PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

La hora es ahora

Las leyes 33-18, de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, y 15-19, orgánica del régimen electoral, son de muy reciente aprobación, no fueron las mejores sino las posibles y en su corta vida han sido mutiladas por sentencias del Tribunal Constitucional que prácticamente las dejan inútiles.

Los nuevos integrantes de la Junta Central Electoral (JCE) se propusieron salvar la situación a tiempo y cumpliendo sus atribuciones tomaron la iniciativa legislativa de proponer al Congreso Nacional, en sendos proyectos, la reforma y actualización de esos instrumentos para la democracia.

En paralelo a esa iniciativa necesaria, oportuna y urgente se produce un extemporáneo proselitismo en el partido recién desplazado del poder en 2020, con acciones internas y en el mercado electoral de la comunidad dominicana en el exterior, que con mucho tino la JCE ha advertido es contrario a la ley.

Proselitismo extemporáneo

Desgraciadamente los actores políticos, senadores y diputados, que la más de las veces se comportan como recuas según el interés partidista del momento, tienen la función exclusiva de crear la ley y, en consecuencia, se las ingenian para establecerles trampas y eludir el efectivo control de sus actos.

La madurez política que debe adquirir la institucionalidad democrática y la atmósfera de cambios sustanciales para su fortalecimiento, que propicia el nuevo inquilino del Palacio Nacional, hacen imperativo que los legisladores se coloquen en el momento histórico que demanda la sociedad para progresar.

El ahora es la hora y momento propicio para que el Congreso Nacional debata con altura y apruebe sin mayor dilación los proyectos presentados por la JCE para que sean corregidos entuertos, incongruencias, omisiones voluntarias, trampas y otras debilidades de las leyes 33-18 y 19-15… ¡pero ya!