Marileidy, atleta aferrada a la Biblia

POR RAFAEL BALDAYAC

Cuando hablamos de deporte y atletas de alto rendimiento nos resulta familiar la frase, “Mens sana in corpore sano”, extraída de las satíricas décimas del autor romano Juvenal, pero que en el momento de su escritura, su significado espiritual estaba implícito.

Hoy, con la secularidad, este significado se ha querido ignorar, ya que la palabra ‘mente’ ha perdido su conexión con la espiritualidad.

Sabiamente el atleta cristiano dice: “Pidamos a Cristo que nuestros cuerpos sanos alberguen almas sanas”.  La actividad física es parte del estilo de vida cristiano, afirman, “así que necesitamos ser conscientes de que hemos de cuidar del cuerpo que Dios nos ha dado”.

Muchos atletas hoy en dia reconocen la positiva influencia de la Palabra de Dios  y  de la espiritualidad para desarrollar una mente sana en un cuerpo sano.+++++++++

Mary Baker Eddy en su innovador libro “Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras” pone en claro esta conexión.

La Biblia dice: “Los que tienen su esperanza puesta en el Señor Jehová… renovaran sus fuerzas. Les crecerán alas como a las águilas; correrán sin fatigarse, caminarán sin cansarse”.

Una gran promesa de Dios. Significado que se puede aplicar literalmente a los momentos de fatiga, porque la actividad física y el deporte promueven vida saludable; la alegría, la convivencia, la energía y la esperanza.

El deporte puede ayudar al ser humano moderno a ser un mejor cristiano, mas al atleta que está en camino de la fe a superar las dificultades con las cuales se enfrenta,  para vivir conforme a la voluntad de Dios.

Cuando la doble medallista dominicana de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Marileidy Paulino, se preparaba para la competencia de los 400 metros planos, mostró plenamente su confianza en Dios al plasmar un mensaje en una de sus zapatillas con las que corrió el pasado viernes 6 de agosto 2021.

Marileidy al terminar la carrera abrió inmediatamente la boca para agradecer y alabar a Dios, aferrándose a la bandera dominicana, a la Biblia y a su fe en el Creador.

“Dios es mi esperanza. Amén”, escribió la atleta banileja en su calzado, levantando un ejemplar de la Biblia luego de lograr la presea plateada para la República Dominicana.

Marileidy dedicó su triunfo primeramente a Dios, a su familia a su entrenador. “Además dedico mi medalla a los dominicanos que siempre se mantuvieron de rodilla orando para que pasara este momento”.

Tan grande es su fe que en un mensaje final, lo único que le pide al pueblo dominicano es, “que mantengan la fe en Dios, y sepan que en todo momento Dios es la esperanza de este mundo, él puede cambiar el mundo entero”.