Epidemias y malas decisiones  Epidemias y malas decisiones
POR RAFAEL BALDAYAC Una decisión es la determinación para actuar ante una situación que presenta varias alternativas. La palabra proviene del latín decisio, que significa ‘opción tomada...  Epidemias y malas decisiones

POR RAFAEL BALDAYAC

Una decisión es la determinación para actuar ante una situación que presenta varias alternativas. La palabra proviene del latín decisio, que significa ‘opción tomada entre otras posibilidades’.

Para los psicólogos, una decisión corresponde a la etapa final de un proceso de razonamiento orientado a la solución de problemas, así como el emprendimiento de opciones que pueden modificar sustancialmente el curso de los hechos. A este proceso se le llama “toma de decisiones”.

Las decisiones suelen estar relacionadas a dilemas, situaciones ante las cuales las personas tienen razones para seguir más de una posibilidad. Por ello, algunas decisiones pueden ser más difícil y complicadas que otras.

Sin embargo, es bien sabido que muchas personas toman decisiones con base en factores ajenos al problema planteado o sin información suficiente.

Es el caso de las decisiones tomadas por impulsos emocionales, por creencias supersticiosas, por el azar o, indirectamente, por la falta de decisión, tienen consecuencias de largo alcance.

De cualquier modo, toda decisión implica una transformación o un cambio de dirección, y plantea nuevos retos a futuro.

La palabra decisión, además de su uso común, tiene varios ámbitos de aplicación, como el jurídico o el social y comunitario.

Incluso, las pequeñas decisiones que tomamos pueden tener consecuencias muy grandes.

Tal como sucedió hace muchos años en la asiática isla de Borneo, cuando tuvieron una epidemia de malaria.

Para matar a los mosquitos portadores de la malaria, los oficiales de salud pública fumigaron el área con DDT  (Dicloro difenil tricloroetano) compuesto  órgano-clorado principal componente químico de los insecticidas, utilizado para matar  estos insectos.

Borneo, es la tercera mayor isla del mundo (743,330 km²), ubicada en el sudeste de Asia. La mayor es la helada isla de Groenlandia (2, 175,600 km²) y  la segunda Nueva Guinea (792.500 km²).

Esta isla asiática se encuentra en el centro del archipiélago malayo o Insulindia. La isla se encuentra dividida entre países Brunéi, Malasia e Indonesia.

Los indonesios se refieren a la isla en el idioma indonesio como Kalimantan. La región de Malasia en Borneo se llama Malasia Oriental o Borneo malayo. La nación independiente de Brunéi, la nación más rica de la isla.

La malaria, conocida también como paludismo, es una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de mosquitos anofeles infectados y provoca fiebres altas, escalofríos, síntomas gripales y anemia.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren tres millones de personas a causa de esta enfermedad.

Un brote de malaria en el sur de esta isla indonesia de Borneo acabó con la vida miles de personas. La mayoría de ellos infectados por la variedad Plasmodium Falciparum, la más patógena y mortal. El tipo Plasmodium Vivax, es una forma más benigna que causa fiebres intermitentes.

Las autoridades usaron masivamente DDT. Es importante saber que actualmente está prohibida la producción, uso y comercialización de todos los productos de protección de plantas que contengan DDT.

Esa decisión de prohibir este insecticida, partir de 1972, se hizo a favor de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA).

Como resultado del uso de DDT los mosquitos murieron, pero el insecticida  a su vez paralizó a las moscas, las que se convirtieron en presa fácil para las lagartijas.

Al comer las moscas impregnadas con el insecticida, las lagartijas también se enfermaron, por lo que ya no se podían mover con tanta rapidez, lo que las convirtió en presa fácil para los gatos, que a su vez, por comerlas a ellas, murieron intoxicados.

Al no haber gatos, la población de ratas se convirtió en una plaga y pasó a ser una amenaza para las personas. La situación se puso tan grave, que Borneo terminó recibiendo gatos lanzados en paracaídas.

La pequeña decisión de fumigar a los mosquitos tuvo consecuencias de largo alcance.

Todos los días cada uno de nosotros toma muchas decisiones  que afectan diferentes áreas de nuestra vida.

Al igual que cuando tiramos una piedra en un lago, los efectos de esas decisiones van mucho más allá de lo que nos imaginamos.

Tomar decisiones es sumamente importante y estas dicen mucho acerca de quiénes somos, acerca de qué es lo que sostiene nuestras vidas y acerca de dónde está depositada nuestra confianza.

Como cristianos queremos minimizar los efectos malos, y aumentar los buenos.

Es por ello que quiero alentarle a que antes de tomar una decisión, por más pequeña que sea, piense en los posibles efectos que la misma pueda tener.

Y, al hacerlo, recuerde de presentársela al Señor en oración, pidiéndole su guía y dirección.

Estoy seguro que si lo hacemos de esta manera, nuestras vidas, y las de quienes nos rodean, va a tener un poco más de alegría, y bastantes menos lamentos.

 Sugerimos que antes de tomar una decisión ore al Señor, y pídale que le guíes para que Jesús sea glorificado, y para que su vida esté en armonía con su voluntad.

Es decir, que si lo que deseamos es tomar decisiones correctas debemos permitir que la Palabra de Dios sea la fuente de sabiduría que nos provea la dirección cada vez que estemos frente a un dilema o ante la necesidad de tomar alguna determinación acerca de nuestras vidas.

Permitamos que sea la mismísima Palabra de Dios la que nos de las herramientas para tomar decisiones conforme a la voluntad de Dios.

Señor, dame a conocer tus caminos; ¡Enséñame a seguir tus sendas!. Todo el día espero en ti; ¡enséñame a caminar en tu verdad, pues tú eres mi Dios y salvador! Salmo 25:4-5.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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