Responsabilidades

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

La explosión en la empresa Polyplas, con macabro resultado de al menos ocho personas fallecidas y decenas heridas, deja lecciones en ámbitos distintos, desde el manejo de la comunicación en medio de esa crisis hasta las relaciones empresariales y el rol del gobierno ante una tragedia así.

No es hora de lamentaciones ni de reparto de culpas, ya la leche está derramada y hay situaciones irreversibles e irreparables como pérdidas humanas con toda la secuela de dolor para familiares, compañeros de labores, vecinos y relacionados a un suceso mortífero y sin comparación por ser único.

El informe preliminar del Cuerpo de Bomberos establece el origen del siniestro en el escape de gas natural licuado (GNL) que era descargado y su expansión provocó la terrible explosión poco antes del mediodía del fatídico miércoles 5 de diciembre para la comunidad de Villas Agrícolas.

La empresa debió establecerse de inmediato un comité de emergencia para manejar la situación, un vocero para dar la cara a la opinión pública y una gestión de soporte y asistencia a víctimas y familiares con acompañamiento sicológico, coordinación con la autoridad gubernamental y las aseguradoras.

Las responsabilidades por el accidente laboral privado en una actividad comercial lícita están claramente definidas en leyes, la empresa afectada tiene contrato con la suplidora del GNL que establece lo que corresponde a cada quien y el Ministerio Público debe jugar su rol defendiendo el interés público.

Las empresas involucradas, tanto Polyplas como Propagás que descargaba el combustible, lejos de estar peleándose por responsabilidades, deben dejar eso a las aseguradoras y concentrarse en evitar más contratiempos, luto y desarraigo de sobrevivientes. La vida humana está por encima de todo.