Juan Marte llama conducir con prudencia

SANTIAGO.- Juan Marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT) llamó a los transportistas y conductores a manejar con prudencia y respetar las normas de tránsito, de manera especial durante los días que restan de la Semana Santa.  De igual modo, dio a conocer que esa institución mantiene una alianza sólida con los organismos de socorro, en el contexto de un plan de cooperación en busca de reducir accidentes trágicos.

“Nos hemos unidos a la Policía Nacional, Defensa Civil, Cuerpo de Bomberos, la DIGESETT (antigua AMET) e INTRANT y asumimos los desafíos en procura de una disminución significativa de la tasa de muertes y de accidentes de tránsito”, afirmó Marte.

Y agregó que han decidido encarar un compromiso sagrado de trabajar, cooperar y aportar un grano de arena “para hacer más ligera la labor de las autoridades para salvar el don más apreciado que es la vida”.

En otro sentido, Marte consideró que el sector  transporte ha colapsado en el país, supuestamente debido a los elevados costos operacionales que tienen que enfrentar los choferes del concho, lo que hace insostenible esa labor.

Marte puso como ejemplo los frecuentes incrementos en los precios de los combustibles, medida que, a su juicio, distorsiona tanto el presupuesto de los usuarios como los pocos centavos que perciben los choferes, y sin posibilidad de aumentar el precio del pasaje.

Asimismo, citó los altos precios de los insumos como aceite, neumáticos y piezas.

De acuerdo a su criterio, la nueva  ley 63-17 sobre Movilidad Transporte, Tránsito Terrestre y Seguridad Vial, sólo tenga de positivo las buenas intenciones de la directora del  INTRANT, Claudia Franchesca de Los Santos, pero que la institución no dispone de recursos necesarios para regular el sector.

Marte, afirmó que el 75 por ciento de lo que recauda el INTRANT por concepto  de dicha ley, va a la Procuraduría General de la República, institución que nada tiene que ver con transporte, no así, a entidades rectoras como la DIGESETT antigua Amet, la cual atraviesa precarias condiciones económicas.