Dios en  los himnos nacionales

POR RAFAEL BALDAYAC

Hoy se conmemora el 134 aniversario de la primera vez que se interpretó el himno nacional dominicano. Eso sucedió  el 17 de agosto de 1883, en los salones de la Respetable Logia Esperanza localizada en La Casa de Las Gárgolas, calle Las Mercedes No. 4, en la ciudad de Santo Domingo.

Todos sabemos que el himno nacional de la República Dominicana es la composición musical patriótica que representa al país y que, junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio.

El profesor, poeta y abogado puertoplateño Emilio Prud’Homme escribió las letra, y  la partitura musical fue creada por el maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases.

Según la historia la música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del patricio Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela en 1884, se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.

Cuatro años más tarde, en 1897, Emilio Prud’Homme  prudentemente presentó de forma pública una versión corregida de sus letras originales, que terminó con los debates y fue aceptada por todos.

El himno nacional dominicano en su decima estrofas se refiere al amor y cita al escudo de nuestra   bandera: “Que es santuario de amor cada pecho, De la patria se siente vivir; Y es su escudo invencible: el derecho; Y es su lema: ser libre o morir”.

En el corazón de nuestra bandera esta precisamente el escudo. La bandera está diseñada siguiendo cierta simbología que ponen de manifiesto la supremacía de Dios, el sacrificio de Cristo, y la justicia entre los hombres. Si traemos esta simbología al pensamiento cristiano este sería el resultado:

El azul nos hace pensar en el cielo, lugar donde mora Dios, el cual está por encima de todas las cosas (de ahí que aparece como primer elemento en la bandera). El Rojo nos recuerda la sangre vertida por Jesucristo para libertad del hombre frente al pecado. El blanco simboliza la santidad y pureza que debe existir en el corazón de todo hombre. La cruz es el campo de batalla donde Jesús venció al negarse a sí mismo.

Increíble, pero hay una estrecha conexión con Dios en todo esto, pero te sorprenderás aún más cuando analicemos nuestro escudo nacional.

El escudo de armas de nuestra nación establece una relación aún más estrecha con Dios. La Biblia abierta en el evangelio según San Juan 8:32, una cruz encima de la Biblia, una banda azul coronando el escudo con el lema trinitario “Dios, Patria, Libertad” (observa la supremacía de Dios en este lema).

Otro detalle  muy relevante dentro del escudo dominicano es  un ramo de palma, elemento utilizado en Jerusalén para recibir a Jesús en su entrada triunfal el día de su muerte. Innegable, Dios en el corazón de nuestra independencia.

¿Puedes tener la misma inclinación que tuvieron aquellos hombres de poner a Dios delante en todo tus proyectos? ¿De no sacarlo de tu vida y considerarte autosuficiente? Sin duda alguna nuestra independencia fue un proyecto exitoso y estuvo salpicado con matices del cristianismo.

He aquí un dato interesante: Somos la única nación del mundo en tener elementos cristianos en nuestros símbolos patrios. El verso que tiene la Biblia del escudo dice: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)

Un himno, es un canto o texto lírico que expresa sentimientos positivos, de alegría y celebración. En la antigüedad era una composición coral en honor a una divinidad y es retomado con pleno valor litúrgico en la literatura latina cristiana de la Edad Media.

Más adelante los himnos nacionales fueron una mezcla de música patriótica frecuentemente aderezada con canciones tradicionales,  que se pusieron de moda durante todo el siglo XIX para resaltar la historia y las tradiciones del país al que pertenecían.

Además  el  himno nacional ha de ser una pieza musical de obligado conocimiento por todos los nacionales del país al que representa como tradicional símbolo de unión, historia y confraternidad, aunque en muchas ocasiones  presentan un carácter marcial en su música.

En la segunda parte de esta articulo veremos que países de todos los regímenes políticos, religiones y hasta algunos abiertamente declarados laicos, hacen al menos alguna referencia a Dios en sus himnos nacionales.