Reencuentro con ex-compañeros “Tiburones” Reencuentro con ex-compañeros “Tiburones”
 POR FAFAEL BALDAYAC Los años pasan, pesan y pisan dice el viejo dicho, pero los recuerdos quedan, y juntarse para rememorarlos es la experiencia... Reencuentro con ex-compañeros “Tiburones”

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 POR FAFAEL BALDAYAC

Los años pasan, pesan y pisan dice el viejo dicho, pero los recuerdos quedan, y juntarse para rememorarlos es la experiencia más gratificante. Es muy común, y ahora más con la cobertura de los medios de comunicación y el  alcance de las redes sociales, que los ex compañeros de estudios organicen los famosos reencuentros.

Después de que salí del Liceo Jose Martí, en mi natal Montecristi, en 1977, no volví a tener mucho contacto con mis compañeros de aula y menos con los que se fueron sin terminar el último año.

El pasado sábado  22 de julio tuve la dicha de compartir con antiguos compañeros de pupitre. Es sorprendente y a la vez impactante, encontrarte tanto tiempo después con esas personas con las que te relacionaste durante tantos años, y en una etapa tan especial de tu vida.

Agradecer  a la compañera  Ilsa Vargas (Nena) por invitarnos a esta primera reunión. Ella dedicó gran parte de su valioso tiempo para concretar este anhelo de juntarnos y a fin de organizar  el gran reencuentro que será en diciembre próximo, donde esperamos que estemos todos, incluso con nuestra familia.

La idea es hacer este convite  cada año,  ya que si seguimos juntándonos cada 40 años, la próxima vez que nos reunamos va a ser en el hospicio y la mayoría con alzhéimer vamos a estar más preocupados de nuestros bastones, pañales y audífonos que de disfrutar la convivencia.

Este  exitoso primer encuentro fue para romper el hielo. Hubo lágrimas de emoción, anécdotas, alegría y los sentimientos estuvieron a flor de piel al recordar vivencias de ese periodo estudiantil en el José Martí.

De estos reencuentros uno aprende muchas  cosas. Primero que por muy amigos que uno haya sido en el liceo, sólo con el tiempo te das cuenta quienes lo fueron de verdad con sinceridad. Segundo, que te perdiste de interactuar  con muchos que hoy en día al conocerlos desde otra perspectiva te das cuenta que valían muchísimos y no los aprovechaste.  Tercero, que hay otros que definitivamente no dejaron de ser los mismos de cuando estábamos en el  bachillerato.

Cuarto, que tal vez esos fueron realmente unos de los mejores años de nuestras vidas, pero no lo sabíamos entonces. Quinto, que jamás nos paso por la mente que  la directora del liceo, nuestra inolvidable Mariana Aguilera (Doña Minona), las profesoras Carmela Pérez, Marielena Almonte, Enriquito Franco,  Isabel Reyes, Kilito Sosa, Bolivia Peña, las hermanas Ana, Pilar  y Gladys Gómez,  y muchos otros que sería largo mencionar, iban a ser nombres que permanecerían por siempre ligados a nuestra memoria colectiva.

Lo quisiéramos o no, cada vez que mirábamos para atrás nuestros profesores estaban allí. Sentíamos su presencia.  Los tratábamos primero con irreverencia, más tarde con nostalgia y finalmente con reconocimiento y respeto al darnos cuenta del tremendo rol que habían jugado en nuestro desarrollo. Muchos de ellos, al igual que algunos compañeros,  ya partieron a un eterno descanso, pero dejaron en nosotros su legado, legado que nos obliga a recordarlos y homenajearlos despues de cuatro décadas.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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