WASHINGTON.- Donald Trump ha fracasado. El gran negociador, el dealmaker, el hombre que todo lo puede, ha sufrido de la mano de su propio...
WASHINGTON.- Donald Trump ha fracasado. El gran negociador, el dealmaker, el hombre que todo lo puede, ha sufrido de la mano de su propio partido la mayor humillación de su corta presidencia.
Su reforma sanitaria ha sido retirada después de que su votación en la Cámara de Representantes fuera suspendida in extremis ante la constatación de que no iba a lograr la mayoría suficiente. De nada han servido sus presiones ni amenazas a los congresistas.
Los halcones del Freedom Caucus, 36 indomables herederos del Tea Party, se enrocaron en su rechazo e hicieron sentir al multimillonario el verdadero precio de la política. Enojado,Trump anunció que tardará en reactivar su reforma. “Cuando el Obamacare explote”, dijo.
La derrota es de Trump. Él había asumido el liderazgo de la batalla y él, pese a contar con mayoría en la Cámara de Representantes, ha sido incapaz de torcer la mano a sus correligionarios más radicales. Se reunió con ellos y les ofreció cesiones de enorme calado, incluida la eliminación de prestaciones sanitarias básicas.
Pero no pudo convencerles. Y cuando en un gesto de fuerza decidió lanzarles el pulso y adelantar al viernes la votación, perdió.