Nuevo Código Penal

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

A punto de cumplir 23 años de ser introducido como iniciativa de ley al Congreso Nacional y con casi 140 años de vigencia del viejo estatuto, la Cámara de Diputados aprobó los 421 artículos del proyecto de Código Penal y dejó en manos del Senado completar su sanción y así materializar la reforma.

En el penúltimo día de la legislatura extraordinaria que culminó el 15 de febrero, los diputados favorecieron la discutida y rebatida propuesta de ley con la exclusión de despenalizar el aborto, al rechazar permitir la interrupción del embarazo por tres causas o motivos eximentes de responsabilidad penal.

Al margen de esa cuestión, utilizada como excusa para múltiples aplazamientos y trabas que frenan el avance de la necesaria actualización legislativa, la versión final aprobada por los diputados es una reforma integral del régimen penal que impactará el sistema y será positiva a la luz ciudadana.

Basta pensar que la normativa vigente que se anhela reemplazar es el vetusto código francés, traducido al castellano y adoptado en República Dominicana a partir de 1884, con todas sus implicaciones y consecuencias, sin importar las diferencias sociales y políticas entre los dos estados involucrados.

Aspectos resaltantes por el momento, de muchos que habrán de citarse y airearse a nivel del ciudadano y de los actores del ejercicio judicial cotidiano, son el aumento de la prisión mayor a 40 años (art. 27) y la acumulación de penas hasta un máximo de 60 años de reclusión (art.51), entre otras.

El texto compuesto por cinco libros contiene además alrededor de 70 tipos penales y sin dudas servirá para fortalecer el precepto constitucional del estado social y democrático de derecho como legislación moderna, cónsona con las expectativas ciudadanas de tener un régimen penal eficiente y severo.