PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Fiscales y legalidad

Por definición constitucional el Ministerio Público “es el órgano del sistema de justicia responsable de la formulación e implementación de la política del Estado contra la criminalidad, dirige la investigación penal y ejerce la acción pública en representación de la sociedad”.

De este postulado se desprenden acciones que deben estar revestidas de legalidad, objetividad, unicidad, jerarquía, indivisibilidad y responsabilidad, que son los seis principios que sustentan su actuación como parte de la autonomía funcional, administrativa y presupuestaria de la que goza.

Como dice la muy usada frase “la mujer del César no solo debe ser honesta, sino aparentarlo”, este importante órgano tiene que evidenciar coherencia interna, no dar lugar a dudas sobre sus investigaciones y demostrar que sus integrantes, a todos los niveles, son personas honestas e íntegras.

Con la designación como procuradora general de la República de Miriam Germán Brito, persona de intachable conducta de servidora pública integra a toda prueba, la sociedad confía en que por primera vez sean procesados y castigados los “intocables” y corruptos de cuello blanco.

El presidente de la República ha proclamado y reiterado su no injerencia en el Ministerio Público, pese a la jerarquía que le atribuye la Constitución, con lo que se distancia de su antecesor y quiere permitir que los procesos contra la criminalidad organizada no sean contaminados con el parditarismo.

Hoy los fiscales, desde Germán Brito hasta el más humilde fiscalizador, deben fortalecer su unidad interna, preservar la confianza y credibilidad ciudadana y demostrar que sus actuaciones no tienen matiz partidario y que el compromiso es con el cambio real y el imperio de la justicia para todos.