¿Por qué Pilato se lavó las manos? ¿Por qué Pilato se lavó las manos?
POR RAFAEL VALDAYAC Una reciente investigación de la Universidad de Michigan (EE.UU), ahora confirma científicamente, más de dos mil años despues, las razones por... ¿Por qué Pilato se lavó las manos?

POR RAFAEL VALDAYAC

Una reciente investigación de la Universidad de Michigan (EE.UU), ahora confirma científicamente, más de dos mil años despues, las razones por la que Poncio Pilato se lavó las manos después de condenar a muerte a Jesús, en la célebre escena bíblica (Lucas 23:1-25). El gesto sirve para expiar la culpa o, más exactamente, para esquivar las justificaciones, propias y ajenas.

Todos hemos oído la frase “lavarse las manos como Pilato”, normalmente es usada para situaciones en que una persona, pudiendo tomar parte, decide no intervenir en un asunto específico, generalmente, por temer las consecuencias potenciales.

Esta  se acuñó a partir de la actitud que tomó Pilato, procurador romano en la colonia de Judea entre los años 26 y 37, cuando no encontró culpable a Jesús, acusado de agitación social por el Sanedrín. No obstante, presionado por los sacerdotes judíos, llevó al reo a juicio público.

Como para las Pascuas solían otorgarse indultos, Pilato dejó a criterio del pueblo la elección entre Jesús y Barrabás, un delincuente común pero con algunos adeptos.  Cuando los hebreos se inclinaron por el afamado ladrón y condenaron a Cristo, Poncio Pilato se lavó las manos y dijo: “Inocente soy yo de la sangre de este justo” (Mateo 27.24).

A partir de este pasaje bíblico,  la revista ‘Science’ da un paso más sobre la relación entre cuerpo y mente y asegura en un pequeño (y curioso) experimento que la higiene de nuestras manos también alivia el ‘estrés’ de tener que elegir entre varias opciones que nos gustan.

Los catedráticos Spike W. Lee y  Norbert Schwartz, del departamento de Psicología de la Universidad de Michigan en los Estados Unidos, son los artífices del experimento, en el que participaron 185 estudiantes.

En esta investigación  se pidió a 40 voluntarios que eligieran entre dos opciones, ambas igualmente atractivas: un viaje a París y otro a Roma. Pero a un grupo de ellos se les pidió que se lavaran las manos después de la elección. Aquellos que se lavaron las manos sintieron que no tenían por qué justificar su decisión.

El responsable del estudio afirma: “Es como si lavarse las manos hubiera contribuido no sólo a su limpieza física sino también a su limpieza moral”.

Otro estudio anterior de la Universidad de Toronto llegó a conclusiones parecidas por caminos distintos. Los investigadores concluyeron que las áreas del cerebro que se ocupan de la limpieza física se superponen con aquellas que procesan la pureza psicológica.

La vinculación entre el acto de lavarse las manos y la expiación de la culpa tiene un fuerte arraigo en la parte espiritual (conciencia, comunión e intuición). El agua sirve para “borrar” el pecado original del recién nacido en el bautismo.

Según el Islam, la ablución (wudu) limpia los planos físicos y espiritual del individuo antes de la oración.

El estudio de la Universidad de Michigan, publicado en la revista Science, demuestra  el poder del lavado de manos en la eliminación de la culpa por malas acciones del pasado.

Confirma, sobre todo, que este  gesto tan sencillo como lavarse las manos, usado con frecuencia en los tiempos bíblicos,sirve para expiar la culpa o, más exactamente, para esquivar las justificaciones, propias y ajenas.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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