PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Al maestro, con cariño

Desde 1939 por resolución 6-39 del entonces secretario de Justicia, Educación Pública y Bellas Artes, Virgilio Díaz Ordoñez, se estableció la fecha del 30 de junio de cada año, natalicio de Juan Bosch, como día nacional del maestro, en homenaje a los docentes y al gran escritor y político vegano.

El día del maestro es motivo de felicitaciones, unas sinceras, otras protocolares y para aprovechamiento de exposición mediática, dirigidas a quienes tienen la delicadísima tarea de transmitir conocimientos, acompañar y guiar aprendizajes, forjar personalidades y servir de modelo.

Si la educación, está demostrado a lo largo de la historia, es el medio más efectivo para lograr el desarrollo integral de los pueblos, quienes se dedican a pulir el talento y forjar caracteres de los educandos son piezas claves y propulsores del progreso que merecen real valoración y dignificación.

Es lamentable que la mayoría de docentes sean profesores, o que en la modernidad de términos se les llame facilitadores, mentores, tutores y otras denominaciones más o menos equivalentes, no sinónimas, y que solo una minoría en puridad de verdad alcance la categoría de maestros.

¿Por qué? Porque la labor magisterial, como el sacerdocio, no la certifica un título sino la práctica, consagración a la enseñanza, amor a los estudiantes y respeto al enorme compromiso de coadyuvar de forma determinante a la formación del talento con disciplina, aplicación y ética.

Por eso el día debe servir para abrevar en el ejemplo de quien la inspira (Bosch) como maestro de generaciones en lo político y literario, con una práctica cincelada por ética y compromiso ciudadano para provocar la revolución del conocimiento, que venza la ignorancia y estimule el desarrollo.
Al maestro, con cariño.

Por: Carlos Manuel Estrella
cmestrella_@hotmail.com