Viejo no, adulto mayor Viejo no, adulto mayor
POR RAFAEL BALDAYAC El envejecimiento solía ser una parte aceptada de la vida y las personas lo hacían con dignidad, pero ya no es... Viejo no, adulto mayor

POR RAFAEL BALDAYAC

El envejecimiento solía ser una parte aceptada de la vida y las personas lo hacían con dignidad, pero ya no es así. Hoy en día la ciencia moderna sigue buscando maneras de prolongar la juventud.

Mucho recuerdan la leyenda de Juan Ponce de León, el mítico explorador español que zarpó en 1513 hacia el Nuevo Mundo para tratar de encontrar la legendaria “Fuente de la Juventud”, un manantial que supuestamente tenía el poder de rejuvenecer a las personas mayores y daba vitalidad eterna a todos los que bebían de él.Naturalmente, nunca la encontró.

Sin embargo, la búsqueda de la eterna juventud no murió con Ponce de León.

Ahora el nuevo concepto  es de adulto mayor,  un uso relativamente reciente, ya que ha aparecido como alternativa a los clásicos persona de la tercera edad y anciano.

Se define como un adulto mayor a aquel individuo que se encuentra en la última etapa de la vida, la que sigue tras la adultez y que antecede al fallecimiento de la persona. Porque es precisamente durante esta fase que el cuerpo y las facultades cognitivas de las personas se van deteriorando.

Generalmente se califica de adulto mayor a aquellas personas que superan los 70 años de edad.

La búsqueda de los científicos para extender su juventud y alargar la vida se está volviendo más intensa que nunca, y el anti-envejecimiento se ha convertido en una subespecialidad cada vez más lucrativa dentro del campo de la medicina.

Muchos hombres y mujeres  están ignorando los riesgos y experimentando con medicamentos y procedimientos nuevos y costosos.

Se entiende como  envejecimiento o senescencia al conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos.

Los hombres de ciencia cada día están más cerca de poder detener el proceso de envejecimiento.

El impacto de Covid-19 en la población mundial ha provocado un aumento de la mortalidad y un descenso de la esperanza de vida así como una disminución de los movimientos migratorios en muchas regiones del mundo.

De esta manera se rompe la tendencia de los últimos años, aunque en el caso de los nacimientos se mantiene la misma, según las proyecciones de la población mundial para 2020-2070.

¡Prepárate para la longevidad! A lo largo de toda la Biblia, comenzando por Génesis 2:16-17 y 3:1-7,   podemos encontrar referencias muy sorprendentes acerca de la longevidad y el envejecimiento, que deberíamos aplicar hoy en día.

¿Cómo lo podemos lograrla?Con amor a Dios y a su Palabra. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios  22:6).“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:2, Éxodo 20:12)

La realidad es que la juventud se encuentra en la mente, esa es la verdadera raíz de la longevidad.

El alma envejece cuando llega la monotonía, cuando el rencor invade el cuerpo, cuando se deja de valorar la vida. Por ello, no pare de sonreír, disfrute como un niño, deléitese con cada amanecer y con cada noche de luna.

Además, permítame decirle que la fuente de la juventud se encuentra en nosotros; la fuente de la amargura, también. Sólo usted puede decidir de qué agua habrá de beber.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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