Dominicanos apoyan personal salud por labor Dominicanos apoyan personal salud por labor
Miguel Cruz Tejada NUEVA YORK.- Cada noche a las 7:00, conocida como la Hora Dorada, cientos de dominicanos asoman por las ventanas de sus... Dominicanos apoyan personal salud por labor

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK.- Cada noche a las 7:00, conocida como la Hora Dorada, cientos de dominicanos asoman por las ventanas de sus apartamentos haciendo sonar con cucharas, cuchillos, cubiertos y otros instrumentos sus cacerolas, como muestra de apoyo y gratitud a los médicos, paramédicos, enfermeras y otro personal de salud, llamados los de la línea del frente. (VIDEO https://vimeo.com/410076401)

Las cacerolas, cuyo sonido retumba en los centenarios edificios construidos en su mayoría después de la gran depresión de los años treinta y posterior a la Segunda Guerra Mundial, usando también shet rack, una especie de cartón piedra fofo y pisos de madera, comienzan a ser tocadas a las 7:00 en punto de cada noche y la ceremonia dura cinco minutos.

Muchos niños, también se anexan a la gratitud, mientras que los conductores que transitan en las inmediaciones suenan las bocinas de sus vehículos.

Es un momento emotivo que también hace llorar a muchos, al menos, los más sentimentales.

La comunidad que se vio azotada hace tres semanas por el pico del COVID-19 con cientos de contagiados y muchos muertos, reconoce con el toque tradicional de las “pailas” y otras vasijas, el arriesgado trabajo de los galenos, enfermeras, paramédicos y demás trabajadores de salud, como los que hacen la limpieza en los nosocomios, que son informados sobre la cantidad internada, en cuidados intensivos y cuantos días mueren.

María Tavares, ahora en pausa de su trabajo como cocinera en un restaurante del Alto Manhattan, dijo que ella se llena de emoción cuando escuchó los cientos de cacerolas.

Ese gesto, también es usado en la República Dominicana y otros países de América Latina, para declarar las protestas de los pueblos contra sus gobiernos o el desacuerdo con medidas restrictivas de sus presidentes.

Rafael Mercado, vendedor ambulante de “frío frío”, en primavera y verano, señalado que, aunque no puede trabajar por la pandemia, agradecimiento a los doctores, el enorme trabajo que están haciendo para tratar específicamente “a mano limpia” en muchos hospitales y salvar a sus pacientes.

Los cacerolazos de los dominicanos, se van convirtiendo en un rito nocturno, entrada la noche de cada día, y la mayoría asoma sus cabezas por las ventanas como llamando a los vecinos, transeúntes y choferes a unírseles.

Muchos médicos, se han experimentado satisfechos y motivados por el gesto de apoyo.

Otra dominicana que se mantiene atenta al ritual es Elizabeth Cruz Tejada, nativa de Moca y con décadas residiendo en Nueva York.

Ella es una también una ex trabajadora de salud que cuidaba adultos mayores y está retirada.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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