Cómo ser buenos ciudadanos Cómo ser buenos ciudadanos
POR RAFAEL BALDAYAC La política es necesaria e inevitable en cualquier grupo humano y es consustancial con la sociedad misma. Es una actividad necesaria... Cómo ser buenos ciudadanos

POR RAFAEL BALDAYAC

La política es necesaria e inevitable en cualquier grupo humano y es consustancial con la sociedad misma. Es una actividad necesaria para mantener el orden, justicia y progreso que motivan a los seres humanos a seguir siendo parte del grupo al cual pertenecen.

Hay quienes señalan que la política  no es de Dios, sin embargo, a la luz de lo señalado en Génesis 9:6, fue Dios quien estableció las bases de la política como recurso para el gobierno de la raza humana.

No se debe confundir la política con la politiquería, el partidismo político ni las ideologías detrás de los partidos. El hecho de que hombres pecadores imperfectos cometan errores en la forma como ejercen responsabilidad de gobierno no anula la bendición que Dios regaló a la humanidad al establecer el gobierno como mecanismo para la búsqueda de la paz y concordia entre semejantes.

No hay duda de que nuestra responsabilidad para con el gobierno es obedecer las leyes y ser buenos ciudadanos. Aprendamos a respetar a las autoridades.“Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él”  (Romanos 13:1-2).

Es decir que Dios ha establecido toda autoridad, y Él lo hace para nuestro beneficio, “para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.” (1 Pedro 2:13-15).

Al mismo tiempo debe señalarse que cualquier estructura de gobierno que tenga una sociedad va a obedecer a una forma específica de entender cómo deben ser las relaciones sociales, el uso del poder, las formas y medios de producción entre otras…

Como cristiano la Biblia nos da dos verdades en cuanto a nuestra actitud hacia la política y el gobierno.  Primero, que la voluntad de Dios es lo que tiene prioridad sobre todo  (Mateo 6:33).

Sus planes y propósitos están prefijados, y ningún gobierno puede frustrar  su voluntad (Daniel 4:34-35). De hecho El es quien “quita reyes y pone reyes” (Daniel 2:21), porque “el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y a quien él quiere lo da.” (Daniel 4:17).

Esto nos ayudará a ver que la política es meramente un método que Dios usa para llevar a cabo su voluntad. Aunque hombres perversos abusen de su poder político, utilizándolo para el mal, Dios lo usa para bien.

En segundo lugar, debemos estar conscientes del hecho de que nuestro gobierno no puede salvarnos. ¡Solo Dios lo puede hacer! En ninguna parte dice  que Jesús, o cualquiera de los apóstoles invirtiera ni tiempo ni energía enseñando a los creyentes cómo reformar al mundo pagano de su idolatría, inmoralidad y prácticas corruptas, por medio del gobierno.

“Las obras de naturaleza pecaminosa se conocen bien: …libertinaje, idolatría, odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos” (Gálatas 5:19-20 NVI).

 

Jesús y sus discípulos jamás instaron a la desobediencia civil para protestar contra las injustas leyes o los regímenes brutales del Imperio Romano. “Porque Dios no es un Dios de desorden sino de paz (1Corintios 14:33 NVI)

 

En cambio, los apóstoles les ordenaron a los cristianos del primer siglo, así como a nosotros hoy, andar en el Espíritu, proclamar el Evangelio y vivir vidas de luz que den una clara evidencia del inmenso poder transformador de la palabra de Dios.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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