NUEVA YORK.- Las cifras de la pandemia del coronavirus son cada vez más positivas en esta ciudad con menos contagios, hospitalizaciones y muertes. Pero hay una parte de esta crisis que sigue sin dar muestras de mejoría y es la dura realidad económica que están enfrentando miles de familias que han perdidos sus ingresos, y al no poder pagar la renta, ahora afrontan la posibilidad de ser desalojadas de sus hogares.
“Estamos a punto de irnos por un precipicio en la ciudad, por la cantidad de gente que potencialmente puede perder sus hogares y eso lo tenemos que detener, ya sea con ayuda del Gobierno federal con dinero de asistencia para pagar la renta, con el Estado de Nueva York pasando leyes que les permitan pagar en un futuro cuando cuenten con los ingresos, o con nuevas ideas y enfoques de la Ciudad para asegurarnos que nadie sea desalojado”, dijo De Blasio, al presentar la nueva iniciativa enfocada en usar la mediación con los caseros y dar asistencia legal gratis a los inquilinos.
“Con este programa analizaremos de manera más profunda la búsqueda de soluciones, y la idea es resolver los problemas afuera del sistema de las cortes, consiguiendo mejores formas para mantener a las personas en sus hogares”, agregó el mandatario, insistiendo que el objetivo “es garantizar que los neoyorquinos no se vean obligados a abandonar sus viviendas durante esta crisis económica y de salud sin precedentes”.
Con esta mediación, según la Ciudad, se pone el poder de decisión en manos de las partes involucradas, lo que resultará en soluciones prácticas tanto para propietarios como para inquilinos. A través de este proyecto, la organización sin fines de lucro Centros de Resolución de Disputas Comunitarias (CDRC) ayudará a los inquilinos y pequeños propietarios a resolver los problemas de alquiler creados por la pandemia.
El Proyecto de Mediación se encargará de los casos en un entorno en el que ambas partes se sientan seguras, y se dará prioridad a los inquilinos y pequeños propietarios que no tengan representación legal. El objetivo es lograr acuerdos en los casos antes de que lleguen a un litigio y evitar los efectos a largo plazo de un proceso de desalojo que puede conducir al desplazamiento de inquilinos vulnerables.
De Blasio reconoció que, sin duda, “una de las más profundas preocupaciones de las personas en la ciudad es el perder su hogar y no tener un techo seguro para sus familias, porque son muchos los que ahora no tienen dinero para pagar la renta porque perdieron sus trabajos, y están preocupados de ser desalojados”.