SANTO DOMINGO.- El mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón comenzó ayer su material de defensa en el juicio de fondo a los militares y policías acusados en Operación Coral, en la que inculpó nuevamente a sus compañeros de milicia y con los que concurren en el banquillo de los acusados en el expediente de corrupción.
La coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción (Pepca), Mirna Ortiz, aseguró que las declaraciones de Girón, de manera voluntaria, están avaladas por pruebas que serán incorporadas durante el juicio.
Mientras que el abogado Romel Jiménez, representante de Adán Cáceres, dice que el órgano persecutor está desesperado por no tener como probar las imputaciones.
Entre las imputaciones que hizo, señaló la venta de especialismo en la Policía, que molestaron al exdirector de la institución, Ney Aldrín Bautista, el cual convocó a una reunión a Juan Carlos Torres Robiou, exdirector del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), antigua Politur; al coronel Rafael Núñez de Aza ya él para decirles textualmente: “A mí me tienen jarto con la venta de especialismo y yo quiero que eso se acabe”.
Sin embargo, agregó que luego de esa reunión, el exjefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep), el mayor general del Ejército, Adán Beroni Cáceres Silvestre, “llamó al subjefe de la Policía, quien “va donde” Ney Aldrín Bautista ” y la venta del especialismo siguió su curso como si nunca esa reunión se hubiera dado”.
El militar no dijo el nombre del sujeto policial, pero en ese entonces era Neivy Luis Pérez Sánchez, quien fue mencionado en un principio en la supuesta trama, también por Girón, de que había recibido RD$100,000 de los recursos obtenidos por la supuesta red. Pérez Sánchez no fue sometido a la justicia por el caso.
El especialismo es un incentivo que se suma al salario de los policías y militares y que continúan cobrando ya pensionados. Algunos duplican el monto del salario de los beneficiarios.