Himno Nacional 140 años de historia Himno Nacional 140 años de historia
POR RAFAEL BALDAYAC Todo autentico y genuino dominicano, “de pura cepa”  como reza la expresión, ha tarareado en innumerables ocasiones, desde la edad escolar,... Himno Nacional 140 años de historia

POR RAFAEL BALDAYAC

Todo autentico y genuino dominicano, “de pura cepa”  como reza la expresión, ha tarareado en innumerables ocasiones, desde la edad escolar, las notas de nuestro  Himno Nacional.

Un canto dedicado a la patria que junto al Escudo y la Bandera Nacional, simboliza una inequívoca representación de la identidad dominicana desde hace 140 años.

Esta magistral pieza musical es una composición que posee como finalidad principal rendir tributo a los ideales de libertad de nuestro pueblo no obstante ser el gran olvidado por los dominicanos.

Muchos compatriotas pese tararearlo cada vez que lo escuchan no saben el día dedicado para él, no se festeja, a pesar de que, al igual que la Bandera y el Escudo, es un símbolo que nos identifica como pueblo, como nación.

Es precisamente un día como hoy, pero de 1883 que nuestro Himno Nacional fue interpretado por primera vez en público, en los salones de la Logia Masónica Esperanza #9, antigua Logia Constante Unión,  localizada en la Casa de Las Gárgolas, Calle Las Mercedes No. 4, en la ciudad de Santo Domingo.

La pieza musical fue interpretada – casi tres meses después- en esa logia durante una velada patriótica a propósito de conmemorarse el  Vigésimo Aniversario de la Restauración de la República, por lo que es considerada como la cuna del Himno Nacional Dominicano.

Esta actividad estaba programada para el 16 de agosto, pero por algunas circunstancias no se desarrolló ese día y se llevó a cabo el 17 de agosto. De ahí, el día del Himno, el cual se conmemora hoy en su 140 aniversario.

“Todos los músicos que interpretaron los diferentes instrumentos eran masones, pero la pieza fue identificándose en el pueblo dominicano y años después entonada por la población y se fue asumiendo como tal”,  según  el profesor Augusto Bravo Mena,  decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Una emotiva  pieza musical cuya letra fue compuesta por Emilio Prud’ Homme, abogado, político y literato  puertoplateño y la música del Maestro José Reyes, autodidacta y prolifero  musicólogo. Ambos eran maestros masones de la Logia Esperanza.

Primero surgió la partitura musical del Himno creada por el Maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases.

La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.

La música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del libertador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela, se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.

Sin embargo, las letras de Emilio Prud’Homme contenían errores en referencias históricas y algunos defectos de métrica.

Es por eso que varios intelectuales dominicanos de la época criticaron esas letras e incluso escribieron nuevos versos que acompañaran la música del himno.

Más tarde, en 1897, Emilio Prud’Homme presentó de forma pública una versión corregida de sus letras originales, que terminó con los debates y fue aceptada por todos.

Son las letras actuales del himno, pero en las mismas, incomprensiblemente, no se exalta la figura de Matías Ramón Mella como fue hecho con Duarte y Sánchez.

Ese mismo año, el presidente Ulises Heureaux envió un proyecto de ley al Congreso para adoptar como el himno nacional dominicano, y se comenzó a usar en todas las ocasiones oficiales, pero Heureaux fue asesinado en 1899 antes de tener ocasión de promulgarlo.

Según los historiadores las polémicas no se hicieron esperar, las disputas llevaron a que la pieza sufriera algunas transformaciones en diferentes períodos históricos.

La extraordinaria convulsión política del inicio del siglo XX en la República Dominicana impidió que se tomaran acciones sobre los símbolos de la Patria.

Todo esto hasta al inicio de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, cuando el Congreso adoptó la composición oficial, aprobando las letras y música que hoy se conoce como el Himno Nacional de República Dominicana.

El himno se aprobó de manera oficial el 30 de mayo de 1934 mediante la Ley No.700 que, en su artículo 1, establece, cito: “Se declara himno oficial de la República el compuesto por el maestro José Reyes con letras del poeta Emilio Prud’homme”.

En cuanto a su estructura, este valioso texto está compuesto por 12 estrofas; 48 versos y 274 palabras. Se trata de serventesios decasílabos –forma poética originada entre los trovadores de la región de Provenza, en Francia, alrededor del siglo XI– por lo que su rima es ABAB.

Según análisis del maestro Orlando Muñoz Pineda, catedrático universitario y experto e investigador de renombre en asuntos literarios, especialmente en lo relativo a la Métrica (ciencia que estudia los versos o la versificación), asumimos que esta composición poético-musical posee un inmenso valor literario.

Lo cierto es que tuvo que transcurrir medio siglo antes de que fuera declarado como el himno oficial de la Patria, aunque ya se interpretaba en hechos históricos y legítimamente era parte del pueblo, el cual está compuesto por 12 estrofas, a pesar de que sólo se acostumbra interpretar las cuatro primeras.

Se hace necesario rescatar la reverencia de nuestro Himno Nacional y que se especifiquen los autores de las letras y la música, porque constituye parte de los valores que identifican la dominicanidad.

Es importante recordar que al conmemorarse un siglo de haberse interpretado el Himno Nacional, en el gobierno encabezado por Salvador Jorge Blanco, se condecoró a la Logia Esperanza y se estableció como cuna de este símbolo patrio.

Los ministerios de Educación, de Cultura, las Efemérides Patrias deben dar más valor al Himno Nacional aun cuando es utilizado por decreto en ceremonias oficiales y en actividades de alto rango del Estado.

También debe reiterarse  como una obligación que las escuelas y otros centros educativos lo canten antes de iniciar las clases, al momento de izar la Bandera, que es otro de los símbolos patrios, al igual que en los estadios antes de iniciar cada partido del beisbol profesional dominicano.

Como muestra de respeto y solemnidad, los dominicanos acostumbran a quitarse gorras o sombreros, y colocarlos en la parte izquierda del pecho, cuando entonan las notas del himno.

Al momento de la interpretación del Himno Nacional se debe adoptar una posición de atención y frente hacia la música, excepto cuando se está izando la Bandera. En este caso se honra a la misma.

En inefable reverencia al estribillo: “Quisqueyanos valientes alcemos, nuestro canto con viva emoción”, el Himno Nacional, resuena hoy en día, como sagrada composición literaria y patriótica.

Con ella, evocando la máxima gloria de la historia dominicana y sus recordadas luchas, que hicieron posible la definición de una patria ¡¡¡LIBRE, SOBERANA E INDEPENDIENTE.!!!.

LETRAS DEL HIMNO NACIONAL DOMINICANO

Quisqueyanos valientes, alcemos nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos nuestro invicto, glorioso pendón.

¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte, a la guerra a morir se lanzó, cuando en bélico reto de muerte sus cadenas de esclavo rompió.

Ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, indolente y servil; si en su pecho la llama no crece que templó el heroísmo viril.

Más Quisqueya la indómita y brava siempre altiva la frente alzará; que si fuere mil veces esclava otras tantas ser libre sabrá.

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Que si dolo y ardid la expusieron de un intruso señor al desdén, las Carreras! Beller!… campos fueron que cubiertos de gloria se ven.

Que en la cima de heroico baluarte de los libres el verbo encarnó, donde el genio de Sánchez y Duarte a ser libre o morir enseñó.

Y si pudo inconsulto caudillo de esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vió en Capotillo la bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito deja de Castilla al soberbio león, de las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.

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Compatriotas, mostremos erguida nuestra frente, orgullosos de hoy más; que Quisqueya será destruida pero sierva de nuevo, jamás!

Que es santuario de amor cada pecho do la patria se siente vivir; y es su escudo invencible, el derecho; y es su lema: ser libre o morir.

¡Libertad! que aún se yergue serena la Victoria en su carro triunfal, y el clarín de la guerra aún resuena pregonando su gloria inmortal.

¡Libertad! Que los ecos se agiten mientras llenos de nobles ansiedad nuestros campos de gloria repiten Libertad! Libertad! Libertad!

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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