PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Cumplir sin cuentas

La rendición de cuentas del primer año pleno de ejercicio del presidente Luis Abinader es evaluada en dos extremos, por intereses coyunturales desde la oposición o desde adeptos y pocos hacen el análisis objetivo del contenido versus el mandato y la realidad de hechos comprobables.

En pureza de verdad conforme al espíritu y letra de la Constitución en sus artículos 114 y 128.2.j. cumplió el compromiso, tan sincero que al iniciar su alocución afirmó que “más del 90 por ciento de los compromisos adquiridos aquí hace un año se han realizado o se están retrasando”.

Fue una verdadera rendición de cuentas distinta a la de sus antecesores porque se limitó a enumerar lo que había hecho, a citar un ejercicio cumplido en el irrefutable manejo eficiente de la pandemia, económica y recuperación de empleos, así como obras completadas, en ejecución y otras por hacer.

Abinader desbordó entusiasmo y optimismo propios del primer ejecutivo de la nación, aún en tiempos tormentosos por sucesos internacionales de impacto global, e hizo anuncios de acciones futuras sobre todo orientados a asistir a la población de menores ingresos y en la pobreza.

El mandatario analizó las proyecciones macroeconómicas y fiscales ante las amenazas económicas externas, habló de resultados esperados y de las prioridades de su gestión para el año en curso, como señala la parte in fine del artículo constitucional 114, lo que prueba que cumplió la rendición de cuentas.

La reiterada vocación moralista del presidente Abinader y deseos del verdadero cambio hacia el fortalecimiento institucional como legado de su gobierno quedó plasmada en vibrantes párrafos finales llamando con emoción y optimismo a vencer adversidades unidos por un mejor futuro. ¡Lo hizo bien!