SANTIAGO.- El Arzobispado de aquí llamó a los congresistas, para que reintroduzcan un proyecto de ley que proteja a las víctimas de actos delictivos.
Semanario Camino
La sugerencia aparecerá en el editorial del próximo domingo del semanario Camino, con el titulo de “Un llamado a los Congresistas”, en el que dice que esas familias sienten el dolor profundo de ver cómo el victimario es más protegido que ellas.
Por eso, el Arzobispado reclama que sea aprobado el anteproyecto de Ley de Atención y Protección a Víctimas, Testigos y Otros Sujetos de Riesgo, sometido al Congreso Nacional en el 2011.
El planteamiento se produce con el objetivo de poner fin a las dificultades que padecen las familias, cuando son víctimas de un acto delincuencial y pierden a un ser querido o reciben daños físicos, materiales o psicológicos, situación que define como “muy triste”.
Al tiempo de considerar que no se puede perder un día más, el Arzobispado señala que la aprobación de esta pieza legislativa “traerá esperanza y consuelo a tantas familias dominicanas, que han visto a través de los años cómo los responsables de quitarle la vida a tantas personas inocentes, hoy se pasean por nuestras calles sin sufrir el castigo por el daño cometido a la sociedad”.´
Precisa que las familias afectadas sienten el dolor profundo de ver cómo el victimario es más protegido que ellas. “No entendemos ver que el Estado cubre los gastos de su defensa y le asigna abogados bien pagados y preparados”.
Tras opinar que tal cosa es indignante, dice que esa benignidad con los delincuentes fomenta la impunidad, dejando a las familias agredidas, sin el amparo que merecen y que no se puede ser complaciente con quien viola la ley, por lo que tiene que haber consecuencias.
“Los familiares de las víctimas se sienten huérfanos en medio del dolor y la impotencia, porque en muchos casos, no cuentan con los recursos económicos para llevar a cabo un proceso en busca de justicia”, remarca Camino en su editorial.
Y que encima de esto, tienen que soportar las amenazas por parte de los que provocan el crimen; los testigos se sienten intimidados y por eso, prefieren guardar silencio, no aportando datos importantes para esclarecer el delito.
Resalta que, ante esa realidad, la Fundación Vanessa, junto a otras instituciones, han desarrollado durante varios años una campaña de concienciación para terminar con esta ignominia, porque el mal jamás podrá prevalecer sobre el bien y la vida.
Recuerda a los legisladores que la aplicación de la justicia “es la única vía que nos conduce hacia la paz social”.