ARLINGTON (Texas).- No hubo peloteros que se lanzaran encima de sus compañeros en cuanto cayó el último out. Tampoco pudieron apreciarse los baños de champaña.
Los Dodgers comenzaron también la fiesta sin Justin Turner, su astro pelirrojo y barbado, quien dio positivo de COVID-19 antes de que terminara el sexto encuentro, que selló la coronación.
Turner fue retirado del duelo que Los Ángeles Dodgers ganaron por 3-1 a los Tampa Bay Rays, luego de arrojar el primer resultado positivo de coronavirus en 59 días dentro de las Grandes Ligas. El antesalista no estuvo en el campo mientras los Dodgers hacían lo permisible para festejar en la temporada más inusitada de todas.
El pelotero de 35 años, una presencia emblemática de los Dodgers durante la conquista de siete de sus ocho títulos consecutivos en la División Oeste de la Liga Nacional, volvió al terreno con su esposa aproximadamente una hora después del juego, y se tomó fotos con el trofeo de la Serie Mundial.