Un asesino confeso Un asesino confeso
POR RAFAEL BALDAYAC  Había un rey que cada año, con motivo de las fiestas de aniversario de su coronación, permitía liberar a un prisionero.... Un asesino confeso

POR RAFAEL BALDAYAC

 Había un rey que cada año, con motivo de las fiestas de aniversario de su coronación, permitía liberar a un prisionero. Cuando cumplió 25 años de monarca, él mismo, quiso ir a la prisión acompañado de su primer ministro y parte de su parlamento para decidir cuál fue el responsable de la suerte de ser liberado.

 Cada uno de los encarcelados, pensado que podía ser el agraciado, preparación para su discurso para exponerlo ante el rey. -Majestad- dijo el primero – “yo soy inocente. Un enemigo me acuso falsamente, y por eso él estado en la calle pagando algo que no cometió.  

 -En el caso mío-otro más- “me confundieron con un asesino, pero yo nunca he hecho el matado a nadie”.

– “El juez me condenó injustamente – dijo un tercero. Así, todos y cada uno manifestaban al rey por qué razones merecían precisamente la gracia de ser liberados.  

Pero había un hombre en un rincón que no se acercaba. Esto extrañó al rey y entonces se acercó a las prisiones y le preguntó: ¿Por qué no me dices tú disculpa? -Porque maté a un hombre majestad, soy un asesino. -Y … ¿por qué lo mataste? -Porque me enojé, perdí el control y me puse muy violento en esos momentos …      

-Y, ¿por qué te violentaste? -Ya lo mencione, no tuve dominio sobre mi enojo … Paso un momento de silencio, mientras el rey decidía a quién liberaría, entonces tomó el cetro y dijo al asesino que acababa de interrogar: – Tú, ventas de la …  

-Pero, majestad – replicó el primer ministro – ¿acaso no más justos cualquiera de los demás?

-Precisamente por eso- respondió el rey-saco a este malvado de la enfermedad para que no me pierda todos los demás que “tan tan buenos”.

Aprendamos que el único pecado que no puede ser perdonado es el que no reconocemos. Es necesario reconocer que somos pecadores y no “tan buenos” como muchas veces tratamos de aparentar. 

¡La Biblia enseña que Dios perdona los pecados! ¿Cuál es la diferencia entre excusarse y admitir que hemos pecado delante de Dios?

a) La excusa no admite que tenemos la culpa por lo que hicimos, un ejemplo de esto lo encontramos en Génesis 3:12 y 13. b) El admitir nuestro pecado, es reconocer que nosotros somos responsables por lo que pasó. Búsquese en su Biblia 1ª Juan 1: 9 un pasaje muy conocido,  

Según este, ¿cuál es el requisito indispensable para que Dios perdone nuestros pecados? la confesión de los mismos. … .Si confiesamos nuestros pecados … si … es un condicional o condicionante, solamente si.

Confesamos-confesar significa = “hablar la misma cosa” “estar de acuerdo” “asentir” “admitir”.
Una definición de confesar es admitir la propia culpa de la que se ha acusado, es el resultado de la condena interna y del espíritu santo, quien nos convence de pecado.

Si hemos de ser perdonados por Dios, es necesario admitir y confesar que hemos pecado. Dios dice: robar es pecado, mentir es pecado, adulterar es pecado, codiciar es pecado, ser iracundo es pecado … Cuando confesamos nuestros pecados estamos en sintonía con Dios, porque lo que juzga que es pecado lo reconocemos que lo es.

Nuestros pecados- no habla en singular sino en plural, más de uno. ¿Que es el pecado? – “es el acto de desobediencia a la Ley de Dios”. DEBEMOS llamarlo por su nombre  PECADO  ningún error, ni Falta, … ira, celos, egoísmo, maledicencia, codicia, mentira, odio, no se Miden por Tamaño … 1 Corintios 05:10 y 11. No le digas a Dios “perdóname por lo que tú sabes “. Recuerda … no excusas sino pecados.      

Dos cosas sin importancia confesar nuestros pecados: 1) El engaño de creer que andamos en la luz. 1 Juan 1: 6, 8. 2) Decir que no hemos pecado-no admitirlo 1 de Juan 1:10. Negar nuestro pecado después de haberlo cometido. Resultado … hacemos a Dios mentiroso y su palabra no está en nosotros.     

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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