PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

“Democracia interna”

El debate sobre la aplazada y necesaria propuesta de ley de partidos y agrupaciones políticas está en el limbo con los actores del sistema atrincherados en posiciones extremas sobre la modalidad de elección interna de directivos y candidatos, ignorando la Constitución.

El único artículo de la Carta Magna estrenada en 2010 sobre este tema es el 216 que ofrece la visión holística del constituyente, señala principios y fines esenciales de los partidos y deja al legislador ordinario el ansiado desarrollo que el momento exige sea aprobado.

De manera taxativa la Constitución postula que el funcionamiento de los partidos está fundamentado en los principios de respeto a la democracia interna y transparencia para garantizar participación ciudadana, pluralismo en candidaturas y servir “al bienestar colectivo” y desarrollo social integral.

Cuando establece la “democracia interna” como pilar operativo se evidencia que las decisiones intrapartido son de exclusiva competencia de sus afiliados, es decir, que es el universo de miembros el llamado a decidir cuestiones como elección de dirigentes y candidatos a puestos electivos.

Las primarias o elecciones internas deben ser realizadas con el rol de miembros que cada agrupación tiene al margen de lista de electores registrados en Junta Central Electoral para los procesos a su cargo, esto es, con padrón “cerrado” en vez de “abierto”. ¡Y ya!.
No es necesario ser especialista para entender llana y profunda la expresión constitucional “democracia interna”, ella se basta por si misma, ni para comprobar que si el patrón es “abierto” para que voten todos los ciudadanos, sean o no miembros del partido, sería todo lo contrario.

Intereses visibles y ocultos, presentes y futuros subyacen en debate y revelan que hay gente que quiere imponer reglas propias, favorables y coyunturales, que el caudillismo late contra voluntad popular auténtica y soberana, sin importar violaciones claras a Constitución.