Otros abrieron sus puertas pero sin personal para atender a la escaza clientela, poca afluencia vehicular en las principales calles y avenidas de la ciudad, paradas de transporte vacías; y baja asistencia en las instituciones educativas.
Sin embargo, entidades bancarias, farmacias, servicios de salud y ventas de comida rápida abrieron sus puertas. Por otra parte, en las diferentes dependencias de la Universidad de Los Andes a pesar de que mantuvo sus puertas abiertas no hubo personal ni estudiantes, solo los servicios de vigilancia preventiva.
Las calles de la ciudad lucieron desoladas ante la falta de personas y el poco transporte. En el Terminal de pasajeros de Mérida las rutas hacia diferentes destinos del país se cumplieron con normalidad a pesar baja afluencia de pasajeros.
Las distintas dependencias del gobierno regional y organismos nacionales también funcionaron de forma normal. Después del mediodía, muchos comercios cerraros sus puertas por la poca gente que acudía a esos sitios donde se observó con mucha más fuerza el efecto de la convocatoria de los sectores de oposición