Un hecho que nos afrenta como dominicanos Un hecho que nos afrenta como dominicanos
POR RAMÓN ANTONIO VERAS I.- Que esto no se repita jamás  1.- Es una acción propia de salvajes, una atrocidad; algo así como una... Un hecho que nos afrenta como dominicanos

POR RAMÓN ANTONIO VERAS

I.- Que esto no se repita jamás 

1.- Es una acción propia de salvajes, una atrocidad; algo así como una animalada. Lo menos que se puede identificar es como una barbaridad, una bestialidad en pleno siglo XXI.

2.- Semejante hecho, nos reduce como seres humanos; nos hace ver como poca cosa. Más o menos, como que los que aquí habitamos hemos perdido el juicio.

3.- Lo que la opinión pública nacional e internacional ha visto es un bebé gritando, agarrado de las barras de una jaula en movimiento, donde está encerrada su madre, y el niñito con ruegos y lágrimas.

4.- Nos quita la condición de pueblo civilizado, amante del ser humano y nos coloca en el plano de una comunidad de personas ausentes de sensibilidad y sin ninguna clase de compasión, de desgracias ajenas.

5.- Nos hace ver ante el concierto de naciones, como una caterva de mujeres y hombres privados de benevolencia, sin comprensión y nada de piedad.

6.- Nos estamos presentando ante el mundo como desconocidos de la misericordia y practicantes de la crueldad, identificados con la ferocidad e inclinados a la inhumanidad. Al parecer nos hemos transformado de bondadosos a no apiadarnos de nuestros semejantes.

7.- Estamos dando argumentos concretos para que nos ubiquen como país racista, que odian a los negros y en particular a los haitianos.

8.- Esto constituye una afrenta que nos presenta como que tenemos sentimientos de odio, que discriminamos a nuestros vecinos por el color de su piel. Nos debe avergonzar ser calificados como personas que anidamos en la mente el desprecio.

9.- De dónde nos ha salido eso de despreciar, hacer menos, ningunear a los prietos, faltar a la consideración, por qué ser ultrajantes con los haitianos.

10.- Es feo, no es nada sano, que nos coloquen el calificativo de caribeños propiciadores de abusos, tropelías, atropellos, desmanes contra recién nacidos. A lo mejor nos llegan a colocar el mote de gente sinrazón.

II.- Pedir excusa y explicar

11.- Quién le metió en la cabeza a nuestro pueblo la fea idea de trato despectivo, peyorativo, altanero para con los haitianos y hasta con sus niños, sus infantes. Por qué minusvalorar a los seres humanos por ser negros.

12.- Lo menos que debemos hacer es disculparnos ante toda la humanidad, exculparnos y decir que lo del niño desesperado, enganchado de un vehículo, clamando por su madre, es un hecho bochornoso, aislado, obra de funcionarios truculentos.

13.- Estamos en el deber de decirle a toda la humanidad sensible y no prejuiciada, que seguimos siendo un pueblo solidario y fraternal; que creemos en el apoyo mutuo y en la unión sincera de toda la especie humana.

14.-  Hay que hacer todo lo posible para demostrar que el pueblo dominicano  mantiene su inclinación natural a la ternura, a la expresión sincera de estima y manifestación franca a ser hospitalario.

15.- Estamos en la obligación de esforzarnos para hacerle saber a la gente buena de todo el mundo, que somos solidarios, que amamos al ser humano, sin tomar en cuenta nacionalidad, condición social o etnia. En sí, que este es un país lleno de gente auténtica, de completo humanismo.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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