El génesis de la calidad El génesis de la calidad
POR RAFAEL BALDAYAC Conocemos como Gestión de Calidad al conjunto de acciones orientadas a la mejora constante de los procesos de una organización, con el objetivo... El génesis de la calidad

POR RAFAEL BALDAYAC

Conocemos como Gestión de Calidad al conjunto de acciones orientadas a la mejora constante de los procesos de una organización, con el objetivo de aumentar el nivel de satisfacción de las personas a las que van dirigidas sus productos o servicios y acercarse, de este modo, a la excelencia como culminación de un trabajo bien hecho.

Es por eso que progreso, calidad y excelencia van unidos de la mano desde el origen de los tiempos, aunque para entender el concepto de calidad es preciso remitirnos al siglo XIX, en el que las cadenas de producción adquieren mayor complejidad.

Cada año, en el segundo jueves del mes de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Calidad, con la finalidad de reflexionar acerca de la relevancia de la gestión de la calidad en la vida cotidiana y el desarrollo de procesos, sistemas y resultados más eficientes a nivel empresarial.

La celebración de esta efeméride pretende sensibilizar a las empresas, los poderes públicos y el ámbito académico en la generación de una visión estratégica de la calidad en la gestión, que impacte en la mejora continua de bienes y servicios.

En el año 1989 el Chartered Quality Institute (anteriormente conocido como Institute of Quality Assurance (IQA) celebró el primer Día Mundial de la Calidad, con la finalidad de generar conciencia acerca de la importancia de la calidad en las empresas y organizaciones.

No está de más recordar que la calidad como factor inherente a la actividad humana ha existido desde siempre, con un nivel de desarrollo más o menos intenso según las circunstancias.

Se basa en las siguientes interrogantes: ¿Cómo de bueno es? ¿Es lo suficientemente bueno? ¿Cómo podemos hacerlo mejor?

Para los estudiosos de la calidad, su primera mención se hace en el Génesis, primer libro de la Biblia, al narrar la creación del mundo en seis días.  Según el texto bíblico, al final de cada día y una vez terminada su obra “Dios veía que era bueno”.

Siete veces en Génesis uno, Dios observa que Su creación es buena. En Génesis 1: 4, después de haber dicho que la luz existiera, declaró que era buena. Además lo expresa después de separar el agua de la tierra, llamó a eso bueno y luego  de crear vida vegetal, vio que también era bueno.

En Génesis 1:18, después de poner en marcha un sistema para iluminar la tierra y para separar la noche del día, lo llama bueno; tras crear animales para poblar el agua y el aire, observa que eso es bueno y después de poblar la tierra con animales e insectos, también lo llama bueno.

Finalmente, después de crear a la humanidad como la piedra angular de Su creación (Génesis 1: 26-30), observó todo lo que había hecho y declaró que no solo era bueno sino muy bueno.

Un  concepto que simplemente se asume. Sin embargo, parece que el tipo de bien al que se hace referencia en Génesis uno es un bien en el sentido cualitativo de funcionalidad.

Vale la pena señalar que en cada uno de estos casos se dice que Dios “vio” que era bueno. El hecho de que Dios estuviera observando que estas cosas eran buenas implica que tenía un diseño y un propósito en mente y que los productos creados encontraron su aprobación; juzgó que eran efectivos para cumplir con su propósito.

Y es que el control de calidad no es otra cosa que el examen reflexivo sobre las acciones ejecutadas previamente, que bien aprovechado y sistematizado se convierte en un listado de cuestiones de cuya respuesta se desprende si lo estamos haciendo bien, mal o regular.

También nos encontramos en el código de Hammurabi, año 2150 a.C., alguna referencia a la calidad de construcción de las casas: “si un albañil ha construido una casa y, no siendo está suficientemente sólida, se hunde y mata a sus ocupantes, el albañil deberá ser ejecutado”.

Un trabajo mal realizado siempre supone un perjuicio, a veces irreparable, que no se debe soslayar y trae aparejadas responsabilidades. Y al constructor le merecía la pena velar por realizar una buena obra que no le causase la ruina.

 

 

 

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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