PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Alarma innecesaria

Las empresas vinculadas a la salud obtuvieron extraordinarias ganancias producto de la pandemia del coronavirus Covid-19, así como los profesionales y auxiliares vinculados a la atención médica, en una crisis sanitaria global que, en lo que respecta al país, es historia con huellas de aprendizaje y crecimiento.

La República Dominicana ha recibido reconocimiento internacional por la presteza de sus autoridades para encarar la situación, la intrepidez en buscar fórmulas para enfrentar el virus, la rapidez en la recuperación económica, turística y en la vuelta a la normalidad anterior asimilando los cambios. Desde febrero, por disposición presidencial, cesaron las restricciones de horarios y medidas de salud e higiene que incluían el uso obligatorio de mascarillas y la exigencia de tarjeta de vacunación con tres dosis, todo lo cual fue oportuno porque a la fecha los indicadores de control son inferiores al 2%.

El uso de mascarilla post Covid-19 es obligatorio en todos los centros de salud, parte del protocolo como ganancia de la crisis, por lo que es alarma innecesaria y hasta sospechosa que dos grandes clínicas adviertan de supuesto aumento de casos, cuando ni siquiera tienen pacientes internos en sus sedes.

El principal indicador para alarmarse es la ocupación hospitalaria tanto en camas para afectados del virus, en unidades de cuidados intensivos y en uso de ventiladores para respiración asistida. Todos han estado en menos de 0,5% desde hace siete días con positividad inferior a 2% las últimas cuatro semanas.

Es oportuno recordar que la Covid-19 llegó para quedarse, como las afecciones gripales, siempre estará presente y deben tomarse las previsiones sanitarias personales y colectivas para mantener los casos bajo control, pero de ahí a “desear” otra oleada del virus parece que es afán por hacer más negocio.