PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Siempre en abril 

El mes de abril para los dominicanos tiene tantas particularidades que cada año parece necesario evocar de alguna forma los hitos que diferencian este período de otros, tanto en lo político, social, cultural, histórico y en la comunicación, además de que la naturaleza marca frontera en estos 30 días.

El periodismo y la locución, el libro y el bibliotecario se confunden en celebraciones particulares que unen sociedad y cultura, sin embargo, la huella política hace historia en 1965 con el enfrentamiento fratricida, en principio, que devino en guerra patria y, lo más reciente, no se olvidan sucesos de 1984.

Este mes, como en años anteriores y con la excepción de las pausas forzadas por la emergencia sanitaria causada por el coronavirus Covid-19, grupos denominados populares anuncian y realizan protestas callejeras bajo el epígrafe “huelga” con las que trastornan la cotidianidad y provocan temores.

Es lo mismo de siempre, no llega a catarsis social, pierde su legitimidad y deja de ser espontánea porque en la víspera de la fecha escogida ocurren sucesos de violencia para atemorizar ciudadanos y comerciantes e inducirlos a no salir al día siguiente y/o cerrar sus negocios para “mostrar” éxito del paro.

El pliego reivindicativo de los convocantes es casi un programa de gobierno, lleno de demandas genéricas, reflejo de aspiraciones que son parte de deuda social acumulada difícil de saldar de golpe y porrazo porque reniegan cualquier acuerdo previo y mucho menos el diálogo real y serio.

Así este abril no es la excepción, no hay cambio pese al “cambio”, es lo mismo de siempre, reflejo del atraso mental y político de la sociedad, sin aportes ni mutaciones, triste desgracia para un mes glorioso y patriótico, de fiesta cultural y sublime manifestación de la mayor libertad de expresión.