En desacuerdo con una opinión de Leonel En desacuerdo con una opinión de Leonel
POR RAMON ANTONIO VERAS  I.- Explicación 1.- Me he sentido motivado a hacer  este escrito, luego de leer en la prensa nacional  la reseña  publicada por diferentes... En desacuerdo con una opinión de Leonel

POR RAMON ANTONIO VERAS 

I.- Explicación

1.- Me he sentido motivado a hacer  este escrito, luego de leer en la prensa nacional  la reseña  publicada por diferentes medios de comunicación, sobre  lo dicho por   el  doctor Leonel Fernández, en el curso de una tertulia filosófica y cultural, en Santiago, en la cual expresó  “que la República Dominicana, debe convertirse en un centro de solución  de conflictos internacionales…, por el posicionamiento en que se encuentra el país dentro de los países latinoamericanos y del Caribe”.[1]

2.- No comparto el criterio expuesto por el expresidente Leonel Fernández, porque el  ambiente  nacional creado por el actual gobierno  no es propicio para ser   centro desoluciones  de desavenencias, ya que ha externado críticas  que se ven claramente como intromisión  en asuntos internos  de otros países, verbigracia Nicaragua, Venezuela y Cuba.

II.-  Las buenas relaciones internacionales

3.- En la mente y en los corazones de quienes creen  en la sincera comprensión, siempre han de  estar de por medio la creación y el mantenimiento de condiciones para alcanzar la felicidad colectiva, el bienestar material y espiritual.

4.- Entre los Estados, las buenas relaciones descansan en la confianza firme que se tienen, la convicción y seguridad de que en nada está de por medio la sospecha, porque prima la buena fe y  la mutua fidelidad.

5.- La buena correspondencia  tiene por base un acuerdo ideal, en virtud dela cual las partes quedan comprometidas  y limitadas por obligaciones recíprocas, que nacen de una interdependencia establecida por el respeto,  requisito indispensable para preservar  los vínculos  sin incertidumbre.

III.- Nuestro país no tiene una política exterior independiente

6.-  Nuestro país, al igual que la mayoría de  los de América Latina y el Caribe, tiene por base de sustentación un sistema económico, estatal y forma de gobierno  extraños a la ecuanimidad y a la imparcialidad.

7.- La política exterior del Estado dominicano, no puede ser analizada ni comprendida, si se pierde de vista la subordinación y  la dependencia de la  nación dominicana al imperio.

8.-  Una organización económicosocial como la que hoy existe aquí, reside en la dependencia, incluyendo la política  exterior, de donde resulta que es un simple deseo   pensar que en estos momentos el territorio nacional es el espacio adecuado donde se aborden  con sentido de igualdad y constancia de ánimo asuntos de política internacional.

9.- La diplomacia del Estado dominicano está entregada en cuerpo y alma a lo que es de la conveniencia de la política  de Washington, razón por la cual carece de absoluta independencia para desempeñar la función  de anfitrión y hacer posible la superación  de diferencias.

10.- Las iniciativas de paz solo tienen aceptación cuando provienen de gobiernos que prueban preocuparse por conjurar el peligro, evitar toda clase de tirantez y solucionar litigios en forma amistosa.

11.-   La política internacional del gobierno dominicano, no está libre de prejuicios  al momento  de juzgar o ejecutar contra los gobiernos latinoamericanos y caribeños no dócil al imperio.

12.- La posición   del actual gobierno, no ha sido de neutralidad en la agresión del imperio contra Cuba, Nicaragua y Venezuela.  Por el contrario,  es notoria la parcialidad, la orientación  tendenciosa de la administración dominicana, frente a los citados países, sus respectivos gobiernos y más calificados líderes.

13.- Aquel gobierno  que estimula con el lenguaje agresivo la subversión en el orden interno de un país extranjero, está impedido de ser mediador en busca de cualquier entendimiento amistoso.

14.- Para un gobierno crear en  el territorio de su país  un ambiente de paz y respeto mutuo, debe  predicar y llevar a la  práctica una política respetuosa  de la independencia, la autodeterminación y la soberanía plena de todos  los países, sin importarle el sistema  social vigente.

15.- Contra  los gobiernos de los pueblos hermanos de Cuba, Venezuela  y Nicaragua, desde el territorio dominicano lo que se han escuchado son expresiones que tienden  a sembrar la desunión y la divergencia. Así no se fomenta el concierto; se estimula  la  discordia.

16.- Es una sincera aspiración de las dominicanas y los dominicanos, que predicamos y deseamos la paz,  y las relaciones fraternas entre todos los pueblos del mundo, llegar a contar con un gobierno que   tenga una política exterior  independiente, y no se preste a fomentar la división, el rompimiento y el odio entre países hermanos, hoy víctimas de la política imperial guerrerista y terrorista.

 

[1]El Nacional, 29 de agosto de 2021, página 6.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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