PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Trampas legislativas

Por su amplitud, el ordenamiento jurídico nacional puede ser calificado como suficiente y completo, hasta modelo con relación a sus similares de Iberoamérica, sin embargo en la práctica es todo lo contrario porque ese marco legislativo se torna cada vez más en quimérico, aspiración inasible.

El vigente Código Penal data de 1884 lo que significa una vergüenza para los representantes de la soberanía popular por antonomasia que como servidores públicos tienen la exclusiva tarea de hacer la ley y proporcionar a los operadores judiciales la base para tipificar delitos y establecer sanciones.

La discusión del proyecto de nuevo Código Penal se ha diluido en las tres causas eximentes para el aborto mientras se escurre el bulto para retrasar la tortuosa actualización del vetusto texto que tiene la experiencia negativa de ser castrado como ley 550-14, anulada por el Tribunal Constitucional.

Lo cierto es que la Cámara de Diputados, al aprobar en primera lectura el texto propuesto, ha sido sospechosamente benigna en el castigo para nuevos tipos penales vinculados a la corrupción administrativa, de suerte que aparenta buscar protección legal que garantice laxitud y potencial impunidad.

Si bien el Código Penal reformado, si se aprueba así, aumenta la condena máxima actual de 30 años, establece nuevos tipos punibles y acumula las penas, entre otros avances, en el fondo es demasiado tolerante y da pie a acomodaciones de conductas lesivas al interés público y recursos estatales.

El entretenimiento con la discusión inacabada sobre el aborto esconde como cortina de humo la complicidad consciente de sectores legislativos, potenciales procesables por abusos al erario, para proteger delincuentes de cuello blanco e influencia política que siempre han diezmado bienes públicos.

Por: Carlos Manuel Estrella

cmestrella_@hotmail.com