Auspician la presentación del “Aguinaldo Callejero”

SANTO DOMINGO.- A ritmo de “Blanca Navidad”, y con otros siete temas alusivos al nacimiento del Niño Dios y la alegría de la Navidad, ejecutados por la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, el Ayuntamiento Santo Domingo Este y el Ministerio de Cultura llenaron de sana alegría el parque Juan Pablo Duarte de la avenida Venezuela y su entorno, la tarde de este domingo, con la presentación de su primer  “Aguinaldo Callejero”.

Integrantes de los conciertos sinfónicos y funcionarios de Cultura

Dirigidos por el maestro Alberto Rincón, y acompañados de 28 músicos e instrumentistas de primer nivel, la soprano Paola González,  el tenor Emmanuel Vargas, deleitaron a los asistentes con el tema lírico “Adestes Fideles”, ganando los aplausos del público presente, entre los que se encontraban el alcalde Manuel Jiménez y la ministra de Cultura, Carmen Heredia.

Para el alcalde Jiménez esta es la mejor manera en que, desde lo musical, poniendo en contacto a los jóvenes, niños y munícipes en general con el arte y la cultura, podemos lograr la formación de ciudadanos comprometidos, coadyuvando con ello al logro de una ciudad “Justa y Creativa”, meta esencial de su gestión.

De su lado, la ministra Heredia saludó el que ambas entidades aunaran sus esfuerzos para llevar alegría y diversión con altura, de máxima calidad a los munícipes de Santo Domingo Este.

A la entrada del colorido evento los asistentes fueron deleitados por los rítmicos y bien coordinados movimientos de los bailarines de la Escuela Nacional de Danza –Endanza-, pero con el pasar de los minutos el disfrute iba en aumento mientras se oían los temas “Christmas Festival”, “A las Arandelas”, “Una Primavera”, “Santa la Noche”, “Feliz Navidad Latina” y “Navidad Sinfónica”.

Este derroche de sabor cultural y olor a sana Navidad, estuvo matizado por hermosos detalles, donde el tradicional Santa Claus bailó con jóvenes del público, y los solistas Ariel Rincón y Lara Pernàs mostraron con sus melodiosas voces y entonaciones que no hay que ir a Louvre o al cielo para disfrutar de lo sublime y angelical en versión musical.