Cómo ayudar a prevenir el suicidio Cómo ayudar a prevenir el suicidio
POR RAFAEL BALDAYAC Cada 10 de septiembre está señalado como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la... Cómo ayudar a prevenir el suicidio

POR RAFAEL BALDAYAC

Cada 10 de septiembre está señalado como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP). El objetivo de esta jornada, que copatrocina la OMS, es demostrar que estos actos se pueden prevenir.

La prevención del suicidio sigue siendo un desafío universal.  La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala en su más reciente informe que más de 850 mil personas mueren cada año por esta causa en el mundo, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos.

Septiembre es el mes para la Prevención del Suicidio, flagelo que se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades.

El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras.

Cada vida perdida representa al compañero, hijo, padre, amigo o colega de alguien que pone fin a su vida de esta manera. Por cada suicidio, aproximadamente 135 personas sufren un dolor intenso o se ven afectadas por esta tragedia. Esto equivale a 108 millones de personas al año que están profundamente afectadas por la conducta suicida.

Estiman que, por cada suicidio, 25 personas hacen un intento de quitarse la vida y muchos más tienen ideas suicidas. La conducta suicida es el resultado de una convergencia de factores de riesgo tanto genético, psicológico, socio-económico, cultural y espiritual, a veces combinados con experiencias de trauma y pérdida.

Los indicadores de salud mental son cada vez más preocupantes, al punto de que la OMS proyecta que para el 2020, la depresión será la primera causa de discapacidad y disfuncionalidad en el mundo y que las víctimas podrían ascender a 1.5 millones anuales.

Esta parece ser una cifra conservadora.  Probablemente sea mayor debido al estigma asociado con el suicidio, como la falta de procedimientos de registro fiables y por las sanciones religiosas o jurídicas contra el suicidio que tiene en algunos países.

La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la OMS destacan que una de las claves de la prevención es mostrar interés y preocupación por las personas vulnerables.

Esto implica: a) Preguntarles por su estado de ánimo b) Escucharle activamente, eludiendo cualquier enjuiciamiento c) Romper el aislamiento, propiciando la creación de lazos sociales. e) Compartirle de Cristo y la vida espiritual.

Actualmente República Dominicana tiene una tasa de suicidio en crecimiento paulatino y sostenido. Según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) se incrementa en casi un 32% desde el año 2000, pasando de 5 suicidios por cada cien mil habitantes mayores de cinco años a casi 7 en 2014.

Si se comparan los números absolutos, los casos han aumentado un 55%, al pasar de 359 en el año 2000 a 557 en 2014. Esta situación preocupa tanto por el incremento de los casos, como por su caracterización, ya que es notablemente mayor en la población joven.

Los especialistas apuntan que, a edades tempranas, el problema suele estar vinculado a la depresión, que es la primera causa de suicidio en el mundo.  Estos casos suelen venir acompañada de rupturas amorosas (a veces combinada con femenicidios), dependencia a drogas o alcohol y falta de madurez para enfrentar problemas de carácter psico-emocional, social y económico.

Muchos se preguntarán qué dice la Biblia sobre el suicidio. En todo el libro se mencionan sólo siete personas que cometieron suicidio: Abimelec (Jueces 9, 50-57), Sansón (Jueces 16, 28-31), Saúl (1 Samuel 31, 1-6), el escudero de Saúl (1 Samuel 31, 1-6), Ahitofel (2 Samuel 15, 12-34; 16, 15-23; 17, 1-23), Zimri (1 Reyes 16, 8-20) y Judas Iscariote (Mateo 27, 1-8).

Cuatro de ellos fueron hombres crueles, malvados, pecadores. La Biblia ve al suicidio igual que al asesinato – eso es lo que es – asesinarse uno mismo. Dios es quien va a decidir cuándo y cómo va a morir una persona. De acuerdo con la Biblia, tomar ese poder en sus propias manos, es blasfemia contra Dios.

El resto de la Biblia es una larga confesión del Dios de la vida, con Jesucristo vivo en medio del universo. Lo que siempre reprueba la Biblia es el asesinato y que un hermano perjudique la vida del propio hermano con la injusticia, el maltrato, la esclavitud, la marginación, la humillación.

Esa iniquidad es reprobada por el Dios de la vida. ¿No será que los suicidas viven en un medio inhumano? Solo la TEOTERAPIA puede sanar a estas personas con profundo conflictos en su personalidad.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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