Hambre y pandemia en La Gran Manzana Hambre y pandemia en La Gran Manzana
NUEVA YORK.- Hace más de cuatro meses estalló la pandemia del COVID-19 en la Gran Manzana, que hasta el momento ha dejado en la... Hambre y pandemia en La Gran Manzana

NUEVA YORK.- Hace más de cuatro meses estalló la pandemia del COVID-19 en la Gran Manzana, que hasta el momento ha dejado en la ciudad de Nueva York un total de 18,979 muertes confirmadas a causa del virus, y 225,713 personas infectadas, junto al ahora alentador dato de menos del 1% de nuevos contagios diarios.

Pero al temor de enfermarse y eventualmente terminar en un hospital y hasta perder la vida, a Rosa Falcón, madre de 3 niños de 4, 7 y 11 años, la aterra sentir hambre.  Se estima que cerca de 2 millones de neoyorquinos enfrentan necesidades para costearse sus alimentos.

La inmigrante, quien asegura que le da vergüenza poner la cara porque jamás esperó“vivir de que me regalen”, es una de los miles de latinos que, tras perder sus empleos y no calificar para recibir ningún tipo de ayuda económica directa, ni federal, ni estatal, ni municipal, no ha tenido otra opción que sobrevivir con los mercados que las despensas que hay alrededor de los cinco condados le dan dos veces por semana.

“Yo doy gracias a Dios, porque al menos tenemos algo para no morirnos de hambre, pero sin querer sonar como limosnera con garrote, la verdad es que uno a veces se forma en la fila desde las 5:00 de la mañana y a veces ya se han acabado las cosas o lo mandan a uno a la casa con puro enlatado, llenos de sodio y ni leche ni carnes ni nada nutritivo”, comentó la madre de familia, formada en una línea en una despensa en Corona, Queens.

Ella dice que está sin recibir un solo dólar de ingresos desde marzo, cuando perdió su empleo en la cocina de un restaurante. “Sería mentirosa si digo que me estoy muriendo de hambre, pero tampoco puedo decir que mis hijos y yo nos acostamos cada noche satisfechos y bien alimentados”, agregó la beneficiaria de los mercados.

Doña María Quispe, quien tiene ya más de 70 años, también confesó que la crisis de falta de trabajo en su familia, los ha golpeado tan fuerte, hasta el punto que ha tenido que recurrir a las despensas comunitarias para alimentarse.

“Al menos con esto uno asegura un poquito el almuercito, porque nunca estuvimos en una situación tan difícil y se siente el hambre”, comenta la abuelita de origen ecuatoriano. “Hay que ser agradecidos, pero siempre hace falta que inviertan más y que den lo mejor de cositas que puedan dar para que la gente no pase hambre, en especial los más jovencitos”, agregó la residente de Corona, Queens, donde solicita las ayudas.

Testimonios como estos, respaldan la denuncia hecha por la organización Hunger Free NYC, que asegura que el hambre está disparada en la Gran Manzana.

Sus datos revelan que el 38% de los padres de familia informaron en abril pasado, en pleno pico de la pandemia, que se saltaron comidas o tuvieron que cortar porciones para sus hijos, porque no tenían suficiente dinero para comprar víveres.

 

 

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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