Comienza en Nueva York la nueva normalidad Comienza en Nueva York la nueva normalidad
NUEVA YORK.- Se estima que a partir de hoy en la Gran Manzana, cerca de 400,000 trabajadores de la construcción, fabricación, tiendas mayoristas y... Comienza en Nueva York la nueva normalidad

NUEVA YORK.- Se estima que a partir de hoy en la Gran Manzana, cerca de 400,000 trabajadores de la construcción, fabricación, tiendas mayoristas y minoristas inicien el proceso de regreso a sus labores, como parte del esquema de reapertura de la fase 1, luego de 12 semanas de un cierre comercial y económico, obligado por la expansión mortal del coronavirus.

Durante todo este tiempo, mucho pasó en las calles de la ciudad de Nueva York: cierre y quiebra de negocios, saqueos, destrucción de algunos comercios y especialmente muchos temores, luto e incertidumbre.

Una serie de complicaciones entrelazadas se encuentran en todos los rincones de los cinco condados, que fueron los últimos en “abrir” en el estado de Nueva York. Los cálculos de la “nueva normalidad”, más allá de un decreto oficial, podría ser letra muerta para miles de inmigrantes de la clase trabajadora, a los cuales por diferentes razones la pandemia les movió el piso. En algunos casos, para siempre.

Para la colombiana,  Elena Pinzón, de 45 años, residente de Jackson Heights, el hecho de “volver a la normalidad” es una ruta espinosa. Aunque está ansiosa para llevar dinero nuevamente a una cuenta bancaria, el pánico se apodera de ella, ante los cambios que imprimió la pandemia a su vida.

“Mi mamá era quien me veía a los niños mientras yo trabajaba. A ella lamentablemente se la llevó el virus el 13 de abril. Yo soy una mujer devastada, en luto. Ando deprimida. No tengo las mínimas ganas de trabajar. Para salir a buscar comida me voy súper protegida”.

Hasta el pasado jueves, Elena no tenía noticias, si la tienda de equipos eléctricos en el Bajo Manhattan en donde trabajaba, abrirá sus puertas, al estar en la lista de losnegocios minoristas, que forman parte de la fase 1.

w“Honestamente prefiero estar tranquila unos días más. Volver a trabajar significa el riesgo de volver a tomar el tren. No tengo quien me cuide a mis dos hijos adolescentes. Salir tener el riesgo de enfermarme. ¡Y sabes! no me deja dormir esa idea de que deje a mis dos hijos solos. Yo soy diabética. Pero a la vez, pienso que de algo debo vivir”, explica la inmigrante nacida en Calí, quien emigró a Nueva York hace 28 años.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

Baracoero