Neurocardiología, una nueva ciencia Neurocardiología, una nueva ciencia
POR RAFAEL BALDAYAC (1 de 3) Todos sabemos que el cerebro humano es el centro del sistema nervioso, un órgano muy complejo que realiza importantes funciones vitales.... Neurocardiología, una nueva ciencia

POR RAFAEL BALDAYAC

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Todos sabemos que el cerebro humano es el centro del sistema nervioso, un órgano muy complejo que realiza importantes funciones vitales. Se encuentra dentro del cráneo, una caja ósea  conformada por la articulación de 8 huesos que lo protege de los golpes o traumatismos.

Ahora los científicos corroboran con la Biblia al reafirmar que tenemos otro cerebro, el auténtico,  dentro del cuerpo. Estudios  realizados  por la Universidad de Oxford, sugieren que el corazón humano no es una simple bomba, como alguna vez se creyó. Ahora se dice que es un sistema complejo y que funciona de forma similar a un cerebro.

El doctor José María Doria, director de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, nos habla sobre la llamada “inteligencia del corazón”, y  asegura que se han descubierto neuronas en los músculos del corazón.

Evidentemente que además del cerebro encefálico, también tenemos una inmensa cantidad de neuronas en la retina, en los receptores olfatorios, medula espinal y en el sistema nervioso entérico o intestinal.

Más allá de la ciencia ficción, los investigadores han podido determinar que el corazón posee más de 40,000 neuronas y una nutrida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo, lo cual lo convierte en un sistema nervioso independiente.

Con cuarenta mil neuronas, el corazón sería capaz de pensar, recordar y hasta tomar decisiones. Algunos afirman que es ahí, en el cerebro cardiaco,  donde nace la intuición.

Todo esto se ha descubierto recientemente. Se trata de una nueva disciplina llamada NEUROCARDIOLOGÍA, cuya investigación demuestra que el corazón es un órgano sensorial, capaz de recibir y procesar información y redirigir datos al cerebro.

Viéndolo así, este órgano puede tomar decisiones funcionales de manera independiente de la corteza cerebral.

Afirma que el corazón posee un campo electromagnético 5,000 veces más potente que el cerebro. Incluso, que se ha observado que cambia de acuerdo con el estado emocional de las personas.

Podríamos entender el corazón como un centro de control principal, que va mandando señales al resto del cuerpo. Hoy sabemos que la función cerebral depende mucho de las señales que manda el corazón.

Según los científicos, el corazón puede tomar decisiones funcionales de manera independiente de la corteza cerebral. Se ha visto que su señal es tan potente que es posible hacer un electrocardiograma a un metro de distancia.

Hay que escucharlo recomienda el doctor Doria, “el corazón sabe, siente y responde. Es un órgano inteligente e intuitivo”. Y por lo tanto, debemos aprender a interpretar sus señales para dar un paso más hacia la evolución.

Este especialista de origen español cree que hace 2,000 años, algunos seres humanos ya tenían indicios de que esto era así y el mejor ejemplo es el llamado Corazón de Jesús, una imagen ampliamente reconocida alrededor del mundo en la que se le otorga un poder especial a este misterioso órgano del cuerpo.

Entre los consejos que ofrece Doria para conectarnos con nuestro corazón, está el aprender a disfrutar del silencio. “Necesitamos detenernos, dejar a un lado el corre corre, para vivir el ahora y escuchar nuestra voz interna, que reconoce emociones”.
Albert  Einstein, considerado el científico más importante del siglo XX  dijo: “La única cosa realmente valiosa es la INTUICION.

Anne Maquier, matemática y fundadora del Instituto para el Desarrollo de la Persona de Quebec, confirma en base a sus estudios que el corazón puede tomar decisiones de manera independiente a nuestro cerebro.

Algo que resulta curioso es que, cuando queremos referirnos a nuestra propia persona, es común llevarnos la mano hacia el corazón. Es algo automático, casi instintivo, como si una voz misteriosa y atávica nos indicara que justo ahí se localiza el centro de nuestro auténtico ser.

El corazón es nuestro cerebro más importante. La neurociencia adopta la milenaria enseñanza bíblica. La palabra “corazón” se menciona 743 veces en la Biblia, y se utiliza en varios contextos. Las referencias que tienen mayor significado para los cristianos involucran la representación de los deseos o voluntad de una persona.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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