PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

El Pacto mundial por la migración segura, adoptado por más de 160 países de 193 que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en coincidencia con el aniversario 70 de la Declaración universal de los derechos humanos, ha generado controversias internas.

Quizás por desconocimiento de forma y fondo se adelantan juicios alejados del derecho internacional y comportamiento de estados como personas jurídicas reconocidas, además de que la soberanía nacional está por encima de cualquier compromiso externo.

Al margen de aspectos específicos del documento aprobado por la ONU en su reunión de Marruecos, culminación de la Conferencia de Nueva York de septiembre de 2016 sobre el mismo tema, cada estado tiene libertad de adherirse o no al pacto y, aún haciéndolo, puede señalar reservas, excepciones.

El tema del pacto global propuesto por la ONU es controversial de por sí para el país por la relación con los vecinos haitianos y creciente presencia de sus nacionales en el lado este de la isla compartida, por ausencia de reales políticas migratoria y de control fronterizo.

República Dominicana es un estado soberano que como tal permite o no, y condiciona, la presencia de extranjeros en su territorio y se compromete o no en derecho internacional siempre que respete postulados constitucionales, En todo caso, los pactos tienen que ser ratificados por el Congreso Nacional.

Al crear el Tribunal Constitucional, en la Asamblea Nacional Revisora de 2010, la Constitución le atribuyó el control preventivo de la constitucionalidad de los tratados internacionales, lo que garantiza que no puedan asumirse compromisos externos contrarios a la Carta Magna.