PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

¿Un pedazo de papel?

En el aniversario de la proclamación de la primera constitución de la República conviene reflexionar sobre el significado de este texto, la necesidad de su conocimiento y difusión popular y, sobre todo, su cumplimiento y que sus postulados no sean letra muerta y sigan considerándola “pedazo de papel”.

La constitución es denominada Pacto Fundamental, el acuerdo entre el pueblo y sus representantes como delegados del poder constituido, las reglas del juego democrático que deben ser de obligatorio respeto y cumplimiento general, porque de lo contrario “o jugamos todos, o se rompe la baraja”.

La Carta Magna, votada en enero 26 de 2010 y reformada con un parche al artículo 124 en junio 12 de 2015, es un documento teóricamente moderno, avanzado y extenso, con mandatos para desarrollos legislativos y su perfeccionamiento que los congresistas no se han dignado debatir ni aprobar.

Plantear otra modificación constitucional por los mismos legisladores que se reúnen como Asamblea Nacional Revisora, para acomodar de nuevo el texto a conveniencias de coyunturas alentadas por el continuismo, es una falta de respeto y un contrasentido ante la harto demostrada vagancia del Congreso.

La soberanía popular debe materializarse con los representantes que tienen el mandato popular de gobernar, legislar y dirimir controversias, entre otros, para hacer realidad el proclamado Estado social y democrático de derecho, sometiéndose estos funcionarios a su propia legalidad.

Si estos mecanismos formales democráticos siguen como letra muerte y se mantienen en teoría, con preponderante acción u omisión consciente de los poderes públicos, terminarán dando uso doméstico a la Constitución como papel higiénico y darán paso al caos, venganza privada y demás anarquías. ¡Ojo!