Gaza vive este lunes la jornada más sangrienta desde que se inició la ola de protestas masivas palestinas el pasado 30 de marzo, cuando se registraron 17 muertos.
Un balance de víctimas sin precedentes en una sola jornada desde la guerra de 2014 en Gaza. Un portavoz castrense israelí aseguró que, pese a las advertencias lanzadas por el Ejército, más de 35.000 palestinos están participando en los disturbios en más de una docena de puntos de la valla de separación con bombas incendiarias y explosivos. La frontera ha sido declarada zona militar cerrada,
El enclave costero mediterráneo vive una huelga general en la que han sido clausurados centros oficiales y educativos, así como los comercios. El traslado de la Embajada coincide con el 70º aniversario de la creación del Estado hebreo, según el calendario gregoriano.
La fecha también señala la víspera del Día de la Nakba (desastre en árabe), en el que los palestinos recuerdan siete décadas de exilio y de pérdida de territorios.
Desde el pasado 30 de abril, la llamada Gran Marcha del Retorno ha suscitado masivas manifestaciones en el límite de la franja de Gaza con Israel, que se han saldado con 54 muertos —el último, el pasado viernes— y centenares de heridos por disparos de los soldados.