La obra artística más bella del mundo La obra artística más bella del mundo
POR RAFAEL BALDAYAC Cada 26 de abril, celebramos el Día Mundial de la Propiedad Intelectual para conocer la función que desempeñan los derechos  de... La obra artística más bella del mundo

POR RAFAEL BALDAYAC

Cada 26 de abril, celebramos el Día Mundial de la Propiedad Intelectual para conocer la función que desempeñan los derechos  de aquellas creaciones que resultan del intelecto humano   y en fomento de la innovación y la creatividad.

La Constitución Dominicana, en ese sentido,  específicamente en su artículo 52 contempla el Derecho a la Propiedad Intelectual, reconociéndolo como el derecho de propiedad exclusivo para las obras científicas, literarias, artísticas (derecho de autor), invenciones e innovaciones (patentes y diseños industriales), denominaciones, marcas, signos distintivos y demás producciones del intelecto.

Asimismo, la legislación dominicana a través de la Ley No. 20-00 sobre Propiedad Industrial  y la Ley No. 65-00 sobre Derecho de Autor, establecen las normas que permiten el desarrollo socioeconómico y tecnológico de estos derechos en la sociedad.

La institución gubernamental encargada de registrar y administrar los derechos de propiedad industrial, tales como patentes, diseños industriales, marcas, nombres comerciales, entre otros, es la Oficina Nacional de Propiedad Industrial (ONAPI).

Mientras que la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) es la institución encargada para aquellas obras artísticas, literarias, científicas, entre otras protegidas por el derecho de autor.

Los derechos de propiedad intelectual representan un activo para su creador o titular. Por ejemplo, a través de la figura de la patente se puede obtener un conjunto de derechos exclusivos concedidos por un tiempo limitado a cambio de explotar dicha invención, lo que representa un mecanismo que incita a la inversión en recursos humanos, financieros y comerciales.

Así, la industria farmacéutica invierte años en la investigación de nuevas medicinas por lo que a los fines de garantizar la inversión realizada se apoyan en la protección de sus derechos.

De igual forma, una marca representa un instrumento de comunicación con los consumidores, permitiendo dar a conocer e identificar un producto o un servicio de otro existente en el mercado.

En ese orden, sirve como indicador de calidad y procedencia empresarial para generar publicidad y competencia del producto o servicio de que se trate, otorgando con esto una valoración económica de acuerdo a su reconocimiento.

Así, el registro de una marca otorga el derecho exclusivo de uso sobre la misma y autoriza a su titular a oponerse a que terceras personas hagan uso de ella o a otro signo confundible con ella.

Por otro lado, en cuanto a los derechos de autor debemos indicar que su protección surge desde la creación del mismo. No obstante a lo anterior, siempre es recomendable otorgar publicidad a través de un registro que le pueda proporcionar garantías de autenticidad y seguridad a su titular.

En síntesis, debido a la importancia de los medios de  comunicación y los avances tecnológicos, la Propiedad Intelectual ha permitido el desarrollo de la economía y la competencia de mercados en los diferentes países. La Propiedad Intelectual mediante la Propiedad Industrial y la Propiedad Autoral, protegen precisamente la creatividad e inventiva de que se habla, esto es, el esfuerzo del intelecto humano, plasmado en una obra o invento.

Queda demostrado que el don divino de la creación es escaso, las cualidades para crear una obra o un invento son excepcionales, son pocos los que tienen la capacidad, sensibilidad, imaginación e intensidad de crear o inventar, desde el Génesis se percibe la grandeza de la creación y la inventiva al crear Dios al mundo…”al principio creó la luz, separándola de las tinieblas, llamando a la primera día y a la segunda noche, fue el primer día…” (Génesis  1: 1-31)

En el segundo día creó una bóveda para separar las aguas a la cual llamó cielo; en el tercer día junto las aguas debajo del cielo llamándolas mares, y apareció el suelo seco al que llamó tierra, de la cual se produjeron hortalizas, plantas y árboles; en el cuarto día creó dos grandes lámparas en el cielo, la grande para presidir el día y la menor para presidir la noche, creando también las estrellas.

Más adelante, en el quinto día,  creó los monstruos marinos, seres del agua y aves de la tierra; en el sexto día creo los animales de la tierra y vio que era bueno, creando entonces Dios al hombre a su imagen, macho y hembra los creo, entregándoles la tierra y todo su haber.

Precisamente,  en ese sexto día Dios creó una de las más grandes ingenierías genéticas  de todos los tiempos y una de las obras artísticas más bellas del mundo: EL SER HUMANO.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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