PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

Pleito entre santiagueros

El conflicto entre cabezas directivas de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan) y la alcaldía de este municipio no es entendible para nadie por más vueltas que se le dé, parece ilógico e irracional.

¿Cuál es el meollo del asunto?, ¿por qué no hay entendimiento si son temas institucionales, no personales?
La cuestión es de simple origen administrativo por alegatos recíprocos de impago de obligaciones contractuales por servicios públicos, recogida de desperdicios sólidos y suministro de agua potable, aunque se agregan arbitrios por usufructo de inmuebles supuestamente municipales.

Coraasan actúa como agente de retención para cobrar el aseo urbano a cargo del ayuntamiento, ante la incapacidad para hacerlo por si mismo, mientras le factura al cabildo el servicio de agua a dependencias municipales que incluyen oficinas, áreas verdes y hasta el Cuerpo de Bomberos.

Todo eso debería resolverse por vías administrativas con documentos a mano, máxime cuando son dos instituciones entrelazadas y complementarias, una con ejecutivo de elección popular y otra con consejo directivo del que el alcalde es miembro ex oficio.

Entonces, por qué no se resuelve el diferendo que ya representa un abuso al ciudadano y avergüenza los santiagueros frente a la comunidad nacional, dando espacio a especulaciones malsanas de que es “un lío entre políticos” del mismo partido por diferencias de “tendencias”.

Ya es tiempo de acabar con esto. Quienes deben y tienen que intervenir para subsanarlo, institucional y políticamente, deben hacerlo por el bien de la gobernabilidad en Santiago.

El ayuntamiento tiene un Concejo de Regidores como órgano normativo y el Congreso Nacional la vía constitucional del juicio político a funcionarios de elección popular, mientras el presidente de la República es superior jerárquico del director general de Coraasan.

¡Es hora de halar orejas a quien sea, con legalidad y sin dilaciones!