PUNTOS…Y PICAS

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

¿Adiós a San Andrés?

El fenómeno de la globalización no solo tiene expresiones económicas en el comercio mundial sino que impacta también en costumbres y tradiciones que, con el paso de los años, ceden ante la embestida del mercado.

Al tiempo que se desvanecen celebraciones ancestrales que eran parte de la identidad nacional, otras de origen foráneo penetran cada vez con más fuerza, estimuladas por la mercadotecnia y el consumismo.
Este 30 de noviembre, de acuerdo al santoral católico, es la celebración del día de San Andrés, tradición que cada año se aleja más del recuerdo y ni siquiera está en el referente de la muchachada actual.

Ahora se prefiere copiar, arrastradas por el mercado y empujadas por ofertas publicitarias, costumbres de origen estadounidense como los días de brujas y acción de gracias que aparejan el viernes negro de ofertas.
La transculturación, penetración del intruso invasor, impone como el imperio romano idioma y cultura en los territorios que, como el dominicano, cinco siglos después parecen ser redescubiertos, ahora por otra globalización.

De nuevo hay que apelar a la primera escuela, que es la familia, para que desde la educación doméstica y por transmisión oral se trate de rescatar y se evite que se pierdan cada año con más fuerza, costumbres de siglos.

San Andrés debe preservarse, es el recuerdo del juego atrevido e inocente de lanzar huevos, harina y almidón el 30 de noviembre, con aspectos positivos y negativos de esos productos y otras aguas y arraigo tanto en estratos sociales altos como populares.

Emprendedores y creativos mercadólogos tienen campo abierto para envolver comercialmente plazas, restaurantes, discotecas y negocios en general con el gancho publicitario de esta tradición, parecido a como hacen con las “made in USA¨. ¡Quizás atraiga una fiesta blanca! ¡Todo blanco!