¿Quiénes son nuestras referencias? ¿Quiénes son nuestras referencias?
POR PEDRO DOMÍNGUEZ BRITO Una amiga me comentó: “Pedro, a un grupo de jóvenes le pregunté sobre las personas que más admiraban; confieso que... ¿Quiénes son nuestras referencias?

POR PEDRO DOMÍNGUEZ BRITO

Una amiga me comentó: “Pedro, a un grupo de jóvenes le pregunté sobre las personas que más admiraban; confieso que me asombró la respuesta de la mayoría, mencionaron nombres que en mi vida había escuchado y cuando averigüé quiénes eran quedé pasmada”.

Los santos y los demonios siempre están presentes en el escenario mundial. Los Estados Unidos de América conocen bien lo útil que es contar con “chicos buenos” y  “chicos malos”, con “regímenes opresivos” y  “gobiernos del mundo libre”, y enfrentan a Vaqueros y Pieles Rojas, a Supermán y El Acertijo.

Los dominicanos también contamos con héroes y villanos propios, sin establecerse claramente de qué lado hay más, aunque muchos concluyan que los diablitos políticos inclinan la balanza a favor de los segundos.

Y, ahora más en serio, cuando tenemos alguna responsabilidad o misión, o incluso en asuntos relacionados con nuestra intimidad, debemos tener referencias, personas que nos guíen, aun estén muertas o inalcanzables. Recuerdo que un presidente estadounidense tenía una foto de Abraham Lincoln en su oficina y, cuando surgía algún problema de Estado, miraba el rostro de aquel sabio barbudo y le pedía consejos.

De igual modo existen referencias históricas, acontecimientos y fechas que definieron a los pueblos, que les dieron libertad, soberanía y forjaron su identidad. ¡Pobre de aquellos que olviden su pasado glorioso!

Como nación necesitamos referencias que nos motiven a avanzar, que nos unan en buenos propósitos, que nos den esperanza, que nos aporten sueños. A falta de ellas un país no se desarrolla, se queda en al aire, se individualiza y cada cual trilla un camino sin luces, perdiendo todo sentido de solidaridad.

Resaltemos y valoremos a nuestros  hombres y mujeres cuyas conductas son ejemplo de moral universal, de entrega a causas nobles, de coraje y sacrificio, independientemente de las debilidades que cada uno tenga por su condición de humano.

Pero si en nuestra sociedad los protagonistas son todo lo contrario, es decir, seres dañinos, cobardes, mentirosos, sin aportes reales al Bien Común (de acuerdo a sus posibilidades), lo que nos espera es triste.

Así las cosas, me pregunto: ¿cuáles son nuestras referencias como personas y como nación? Dependiendo de las respuestas sabremos si marchamos correctamente en términos particulares y colectivos. Ojalá los nombres no sean los que ofrecieron aquellos jóvenes a mi amiga.

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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