(Tomado de El Diario) Hace siete años José V dejó su trabajo en Colombia como cajero en un banco y llegó a Nueva York,...

(Tomado de El Diario)

Hace siete años José V dejó su trabajo en Colombia como cajero en un banco y llegó a Nueva York, dispuesto a quedarse. Las deudas y los serios problemas económicos de su familia lo pusieron a soñar con una mejor vida, que no podía alcanzar con su salario mensual de apenas $350. En menos de una semana de llegar a la Gran Manzana ya estaba trabajando en un restaurante como lavaplatos, ganando más dinero, y en cuestión de semanas la vida le empezó a sose-vannreir.

“Me subieron al piso como ‘busboy’, me mejoró el salario, luego me traje a mi esposa y a mi hijo de 2 años y comenzamos a vivir bueno, trabajando duro, pero dándonos gusto”, recuerda el colombiano, con un tono de nostalgia. “Pude pagar las deudas, ayudar a mis papás y hasta nos metimos en una casa en Bogotá, que ya acabamos de pagar”.

Pero desde noviembre pasado, cuando Donald Trump fue electo presidente de Estados Unidos, las cosas para José y su familia comenzaron a cambiar, por lo que ahora prefieren regresarse a Colombia, principalmente por “salud mental”.

“Yo sé que Trump ha hablado y hablado y que la verdad más allá de sus amenazas a los inmigrantes no ha habido muchos cambios reales, pero la angustia de saber que en cualquier momento le da por empeorar la cosa y uno se quede con una mano atrás y otra adelante, me tiene enfermo y muy estresado. Mi mujer ya no aguanta más y anda en un ataque de nervios y hasta se ha empezado a deteriorar nuestra relación”, comentó el inmigrante.

“Yo amo este país, pero especialmente desde enero el Gobierno me ha hecho sentir más ‘ilegal’, y por dignidad y tranquilidad preferimos comenzar a vender algunas cosas ya, empacar lo que nos quede y volvernos el otro mes”.

El colombiano confesó que desde que tomó la decisión con su esposa, está “de cabeza” trabajando siete días a la semana como repartidor de comida en un restaurante de Manhattan para poder ahorrar lo que más pueda y “no pasar hambre” en Colombia, mientras se ubica nuevamente allá con su mujer y su hijo de 9 años, que también anda muy nervioso.

Y aunque muchos indocumentados se han organizado para dar la pelea y seguir llevando sus vidas de manera normal en la Gran Manzana a pesar de la retórica antiinmigrantes que aumentó desde que Trump llegó a la Casa Blanca, otros como José V ya no aguantan y prefieren decirle adiós al “Sueño Americano”.

Consulados ayudan a irse

Así lo constataron oficiales consulares de varios países latinos, quienes aseguran que en los últimos meses ha habido una estampida de acciones y averiguaciones por parte de inmigrantes que están considerando el retorno a sus países de origen como una opción.

La cónsul de Colombia en Nueva York, María Isabel Nieto, explicó que en el caso de sus connacionales, ha visto que el retorno se está dando, y la solicitud de información sobre auxilios para quienes deseen volver a su país ha aumentado en más del 50%.

“Estamos viendo que se están regresando y en Colombia tenemos una ley que se llama ‘Ley retorno’, que le ayuda a colombianos en el exterior que han pasado más de tres años (fuera), poder regresar al país con unas prerrogativas y con unas ayudas en temas de menaje sin necesidad de pagar impuestos”, comentó la cónsul.

“No sabemos cuantos terminan yéndose, pero la gente está viniendo a enterarse, al igual que ha habido un aumento muy grande en el registro de niños nacidos aquí solicitando la doble nacionalidad, sobre todo entre aquellas personas que no tienen definida su situación migratoria, pues así en caso de tener la eventualidad de ser deportados, pueden llevar a su niños”, agregó la funcionaria.

Lo mismo está ocurriendo entre los ecuatorianos, según la cónsul Linda Machuca, quien reiteró a los connacionales que estén planeando regresar que se informen sobre las ayudas que el Gobierno de ese país ofrece.

“Los anuncios migratorios de esta administración generaron incertidumbre y alarma en nuestra comunidad y lo hemos sentido en las últimas semanas, donde muchos hablaron de la posibilidad de regresar”, comentó la diplomática, destacando que las solicitudes sobre leyes de retorno y cuestiones migratorias se han triplicado, por lo que Ecuador incluso implementó un plan de contingencia para dar la mano a los paisanos que viven en Estados Unidos.

“Con la Ley de movilidad humana que recoge un programa del Gobierno nacional desde hace 9 años, llamado ‘Bienvenido a casa’, ayudamos a que cuando una familia regresa puede llevar menaje de casa sin pagar impuestos”, dijo la cónsul, al tiempo que destacó que en los últimos dos meses también se dispararon los registros de pasaportes de hijos de ecuatorianos.

Entre tanto, Carlos Gerardo Izzo, cónsul de asuntos públicos del Consulado de México en Nueva York, manifestó que el tema del aumento en el retorno de mexicanos no comenzó tras el gobierno de Trump sino que lleva ya varios años dándose, y el Gobierno ofrece ayuda.

“Una cosa es que nos pregunten y otra es que lo hagan, pero en información sobre retorno se ha mantenido más o menos igual”, dijo el funcionario.

“Teníamos desde antes el programa ‘Somos mexicanos’, que se ha intensificado con la colaboración entre varias dependencias, y la idea es fortalecer nuestra política orientada a reinsertar a personas mexicanas que deseen regresar o que tengan que regresar para que su regreso sea digno y productivo”, afirmó Izzo, explicando que algunos connacionales han estado tomando medidas para prepararse ante eventuales inconvenientes.

“Sí hemos tenido mayores solicitudes de gente que quiere renovar documentos mexicanos y que desean obtener nacionalidad mexicana para sus niños nacidos aquí, como consecuencia de la inquietud de la gente ante un cambio en las políticas migratorias de los Estados Unidos”, aseveró, mencionando que el número de registros aumentó en 100%. El año pasado eran 30 diarios en promedio y ahora son 60.

Piden que se queden

Y sobre la opción del retorno que algunos inmigrantes han empezado a poner en marcha, Ana María Archila, del Centro de Democracia Popular, mencionó que es urgente que se cree un movimiento más grande para luchar.

“Todos tenemos que hacer lo que creamos que debemos hacer para sentirnos seguros y proteger a nuestras familias, y respeto esas decisiones para quienes buscan seguridad y tranquilidad, pero como comunidad debemos hacernos más visibles y más grandes y no más chiquitos y más invisibles”, dijo la activista.

Carlos Menchaca, presidente del Comité de Inmigración del Concejo Municipal, dijo que aunque ha escuchado historias de personas que prefieren regresarse, su llamado es a que se queden.

“El sueño americano todavía vive en los corazones de muchas personas y hay que seguir ese sueño, necesitamos seguir luchando, porque este ha sido y es su hogar, y es importante creer en el poder que tenemos”, dijo el concejal.

Steven Choi, director de la New York Immigration Coalition, lamentó que las acciones del actual gobierno estén llevando a familias a despedirse.

“Es una tragedia, y si la gente siente que este ya no es un lugar para ellos, es una pérdida. Oír y ver esas historias es triste, por lo que al menos en el estado y la ciudad de Nueva York, tenemos que hacer que sean mejores lugares para que ellos no tengan que irse”, concluyó.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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