PUNTOS…Y PICAS

El 14 de junio es marca de patriotismo, representa el movimiento que despertó consciencias para terminar con la Era de Trujillo, mostró al país y al mundo una generación dispuesta al sacrificio en pos de la libertad del pueblo.

Las incursiones aérea y marítimas de junio de 1959 por Constanza, centro del país, y Maimón y Estero Hondo, costa norte, no cumplieron su cometido militar y fueron despiadadamente aniquiladas por la maquinaria sanguinaria de la tiranía pero lograron su objetivo político.

Este movimiento inspiró la solidaridad latinoamericana con la causa liberadora dominicana e internamente despertó al pueblo del letargo para que viera la posibilidad de enfrentar y eliminar a Trujillo para finalizar decenios de abusos encarnados en una persona.

Los expedicionarios de junio estaban conscientes del riesgo que corrían y dificultad de lograr éxito, sin embargo, ofrendaron sus vidas como abono a la libertad que dos años después comenzó a trillar el pueblo con el ajusticiamiento de Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961.

A 58 años de distancia se aquilata cada vez más este episodio que contó con activa participación de hermanos latinoamericanos identificados con la causa y de entre ellos cabe destacar al único sobreviviente actual, el cubano Delio Gómez Ochoa, con justicia declarado héroe nacional dominicano.

Este acontecimiento sirvió de inspiración a la juventud patriótica y dio origen al movimiento 14 de junio que luego se transformó en agrupación política y que tuvo en Manuel Aurelio Tavárez Justo su figura principal que encarnó los más puros ideales libertarios luego de decapitada la tiranía.

Es necesario que las nuevas generaciones conozcan y estudien las expediciones de junio de 1959 como referencia de compromiso político y legítima aspiración de libertad democrática y justicia social, derivada de quienes “llegaron llenos de patriotismo” y hoy son considerados raza inmortal.