¿Por qué celebramos el Día de las Madres? ¿Por qué celebramos el Día de las Madres?
POR RAFAEL BALDAYAC Todos nosotros estamos acostumbrados a esta celebración desde que íbamos a la escuela o colegio  y en actos escolares les cantábamos... ¿Por qué celebramos el Día de las Madres?

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Todos nosotros estamos acostumbrados a esta celebración desde que íbamos a la escuela o colegio  y en actos escolares les cantábamos y hacíamos  manualidades para regalarles a nuestras madres  durante su homenaje dominical ¿Quién no lo ha hecho alguna vez?

Pero, ¿cuál es el origen real del Día de la Madre? ¿Cuándo se celebró por primera vez? ¿Quién fue el primero en considerarlo como un día de celebración?. Sepa usted, que la figura materna ha sido ampliamente venerada desde tiempos inmemorables,  y en numerosas culturas hasta nuestros días.

La primera celebración de la que se tiene constancia en la antigüedad, se la debemos a los egipcios,  en la que el simbolismo y la mitología se unían para adorar a la Gran diosa madre, Isis. En Éfeso, era conocida como Diana (Hechos 19:27-28).

Y de ahí se desprende que  la celebración del Día de las Madres tiene sus antecedentes en las fiestas paganas (adoradores de dioses) de la antigua Grecia  en honor de Rhea, conocida como la “Madre de los dioses” del Olimpo (Zeus, Hades, Apolo, Afrodita, Poseidón).

También era considerada la diosa de la fertilidad y de la madre tierra. El festejo,  llamado por los romanos “La Hilaria” se efectuaba en el Templo Cibeles, durante tres dias.

Bíblicamente el culto a la “diosa madre”, empieza en la tierra de Sinar, con el primer imperio organizado despues del Diluvio Universal, bajo el perverso y profano Nimrod, constructor de la Torre de Babel. Según la Biblia, Nimrod, primer rey que existió, era descendiente de Adán y bisnieto de Noé a través de la línea de Cam. (Génesis 10:8-10; 1Crónicas 1:10; Miqueas 5:6).

Nimrod y su madre-esposa Semiramis, crearon el primer sistema de idolatría en la historia de la humanidad, y según la Enciclopedia Judía, y como cazador fue la persona que instigó a los hombres de aquellas regiones a levantarse en rebeldía contra el Dios.

Los israelitas tuvieron este pecado de adorar imágenes y a otros dioses (politeísmo), violando el segundo mandamiento de Dios (Éxodo 20:4).

Es con la expansión del cristianismo por toda Europa que se restablece la celebración para honrar a la Madre Virgen. Es decir, se humaniza la figura de la madre. De los dioses paganos de Roma, la figura de Cibeles se modifica, comenzando así la adoración religiosa a  María, como Reina del Cielo.

Sin embargo en ninguna parte la Biblia refiere que a María (madre de Jesús) se le deberá adorar como Deidad. En Jeremías 7:18-20, dice que la ofrenda a la -Reina del Cielo- provocó ira al Dios Creador.

Más tarde, en siglo XVII  un decreto eclesiástico,  firmado en la ya Inglaterra protestante de Isabel I, da un giro a la concepción de este día,  declarando el “Domingo de Madres” para honrar a todas las mujeres que hubieran sido mamá.

En plena época feudal esta fiesta supuso un día libre para todos los trabajadores. Un domingo que los ciudadanos aprovechaban para pasar con sus familias.

Mientras que en los Estados Unidos el día de la madre fue conocido primero en 1872 cuando Julia Ward Howe lo organizó en Boston, pero es posteriormente, en 1907, cuando Anna Jarvis, una activista comunitaria de Virginia,  logra que el presidente Woodrow Wilson en 1914 estableciera oficialmente la celebración, cada segundo domingo de mayo.

Costumbres Dominicanas  de Paulino  Ramos  establece que en República Dominicana la fiesta a las madres es más reciente, se celebra el último domingo de mayo.

Históricamente se inició después de la desocupación norteamericana, durante el gobierno del General Horacio Vásquez, en 1926.   Se tiene a Doña Trina de Moya, su esposa y a Ercilia Pepín, educadora de Santiago, como las primeras en propiciar la festividad.

Reseña que en 1926 se constituyó en Santiago de los Caballeros el primer Comité Pro-Día de las madres y se estableció como símbolos el clavel rojo para la madre viva y una azucena o nardo para la madre fallecida; todos se propusieron vestir de rojo o blanco según el caso.

Aquel día, quedó establecido por ley de manera oficial con número 370 de 1926;  declarando que el homenaje a las madres debía celebrarse el último domingo del mes de mayo, como todavía sucede. Para ello se organizaron actos públicos y escolares, veladas, visitas al cementerio y se publicaron opúsculos dedicados a ellas.

Hoy, en la época de la tecnología y la “comunicación”, todo ha cambiando; los claveles y las rosas han ido desapareciendo de la costumbre dominicana y es raro escuchar la hermosa canción de amor de Doña Trina de Moya, que marcó la primera celebración y que  cantábamos a coro en las escuelas y en los hogares: “Venid los moradores del campo a la ciudad/entonemos un himno de intenso amor filiar.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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