Reflexiones sobre corrupción y política Reflexiones sobre corrupción y política
POR PEDRO DOMÍNGUEZ BRITO Algunos candidatos a cargos electivos y otros aspirantes a ser nombrados en una función pública, muchos sobrevaluándose al autodenominarse  como ... Reflexiones sobre corrupción y política

pedroPOR PEDRO DOMÍNGUEZ BRITO

Algunos candidatos a cargos electivos y otros aspirantes a ser nombrados en una función pública, muchos sobrevaluándose al autodenominarse  como  “políticos”, se lanzan al ruedo estudiando previamente las variables como si fuera un negocio muy particular.

Me recuerda cuando  ciertos ciudadanos antes de reservar una habitación en un hotel “todo incluido”, analizan lo que comerán en el bufé y beberán en el bar para compensar lo pagado y salir ganando. Y así calculan: este desayuno cuesta tanto, el almuerzo tal suma, la cena cientos de pesos, los postres finos tienen su precio y  apenas con las bebidas 24 horas al día me basta y me sobra.

Y pienso que desde nuestra  Independencia quizás ha sido peor. Basta con leer los libros que narran las conductas de nuestros políticos de mediados del siglo antepasado y de principios del pasado, y concluimos  tienen el mismo comportamiento que los actuales.

Para saber si es cierto lo que expreso, sugiero leer “Cuentos de política criolla”, una recopilación de cuentos dominicanos publicada por ese gran intelectual Emilio Rodríguez Demorizi, con el prólogo de Juan Bosch, en su segunda edición.

Pero, independientemente de lo indicado, creo que en nuestro futuro, incluso inmediato, la tendencia será que los que se involucren en la política, aunque no quieran, deberán actuar apegados a las leyes, a la ética y a la solidaridad.  Y aquí destaco que este gobierno ha creado las bases para que haya transparencia en el Estado. Reconociendo los fallos, se ha avanzado como nunca.

Ya la sociedad está alerta, despierta, en especial esa clase media que decide. En este mundo todo se sabe, la privacidad ha perdido espacio. Los funcionarios, por ejemplo, son casi libros abiertos, se conoce dónde viven, sus estilos de vida, lo que consumen en un restaurante, lo que gastan en viajes y con quiénes van, el uso de sus tarjetas de crédito, sus horarios de trabajo, a quienes contrata, sus cuentas bancarias…Las redes sociales observan. Los secretos desaparecen. Los negociantes de la política ya temen.

Todo esto implica que muy pronto, para ser político, se deberá ser honesto, porque no serlo será muy perturbador y tendrá sus consecuencias en los tribunales.Espero no equivocarme, por el bien de la patria. La política no es un bufé para servirse, es un espacio para servir a los demás.

 

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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