PUNTOS… Y PICAS

MOVIMIENTO VERDE

POR CARLOS MANUEL ESTRELLA

A partir de la marcha multitudinaria del 22 de enero contra corrupción y por el fin de impunidad despertó un monstruo ciudadano dormido, consciente y crítico que como pueblo con fuerza soberana impondrá sus justos reclamos de moralidad en la función pública.

Este fenómeno tomó el color verde como símbolo con similar y quizás mayor impacto que el amarillo de lucha por el cumplimiento legal que asigna el 4 por ciento del presupuesto a educación y crece indetenible como bola de nieve desplazándose.
El escándalo internacional de corrupción con sobornos millonarios en dólares en doce países, incluyendo 92 millones para RD, admitido por la constructora brasileña Odebrecht, fue la copa que rebosó la paciencia del pueblo robado, burlado y engañado.

Este “movimiento verde” cumplió su objetivo inicial con la marcha del 22E y ahora desarrolla una jornada nacional para firmar el “Libro verde” por el fin de la impunidad que pretende lograr apoyo de un millón de ciudadanos que exigen de autoridades actuar según el interés colectivo.

En una semana el fenómeno supera 132 mil firmas, se extiende indetenible dentro y fuera del país y es difícil de combatir para estrategas gubernamentales, pese a intentos oficiales por estigmatizarlo, tildarlo de “político” y atacar personalmente figuras promotoras.

El próximo paso es la segunda versión de la marcha 22E, programada para el domingo 26 de marzo en Santiago con carácter regional, la cual es promovida junto a la firma del “libro verde” con entusiasmo creciente y espontáneo que anticipa éxito mayor que la de Santo Domingo.

El “movimiento verde” es político pero no partidista, es manifestación cívica de indignación contra la corrupción y reclama fin de la impunidad, aspiración a ejercicio democrático que privilegia ética y transparencia, esperanza de una sociedad mejor y protección del futuro moral del país. Nadie lo detendrá.