El lugar cerró sus puertas por primera vez en 25 años, como parte de una protesta contra las medidas del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso de ciudadanos de 7 países de mayoría musulmana. Más de 1,000 bodegas de pequeños empresarios de Yemen se sumaron a la jornada de manifestación en toda la Gran Manzana, y no ofrecieron sus servicios durante 8 horas.
Y aunque el cierre afectó a Arriaga, originario de Guerrero, porque dejó de recibir los $80 que se gana diariamente en el comercio y que le ayuda a mantener a su esposa, su hijo y su madre enMéxico, lo hizo con agrado, al asegurar que es necesario que todos se manifiesten contra los atropellos de Trump.
“Ellos son personas buenas que han ayudado mucho a los mexicanos, dándonos trabajo y siendo sinceros, nos parecemos en muchas cosas porque también vinieron aquí en busca de un futuro mejor. Atacarlos y prohibirles la entrada es muy injusto”, aseguró Arriaga, quien durante los últimos 7 años ha trabajado preparando los sandwiches en la bodega.
“Este es un problema de todos porque Trump es muy radical en lo que hace y el efecto no va a ser solo contra los indocumentados sino que luego va a ser contra la entrada de latinos, así sean ciudadanos y residentes, entonces hay que estar unidos”, agregó el mexicano.