WASHINGTON.- La Casa Blanca defendió este miércoles la respuesta del presidente Barack Obama a las injerencias rusas durante la campaña electoral estadounidense.
El caso monopoliza la discusión política después de que se filtrara que la CIA acusa formalmente a Rusia de querer beneficiar al candidato ganador, el republicano Donald Trump, con el robo de información del Partido Demócrata incómoda para la candidata Hillary Clinton.
El debate sobre
La investigación revela la frustración de algunos altos cargos por la lentitud de los servicios de inteligencia en culpar formalmente al Kremlin del pirateo.
La acusación se hizo en octubre, un mes antes de los comicios, pero sin esclarecer que el objetivo era ayudar a Trump, un admirador del presidente ruso, Vladimir Putin.
“Habría sido inapropiado que el presidente estuviera presionando a la comunidad de inteligencia para que acelerara su análisis porque estaba preocupado por el impacto que podría tener [esa decisión] en su candidato preferido [Clinton] en la elección”, dijo el portavoz de Obama, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.
“El presidente creyó importante que los servicios de inteligencia formularan el análisis más definitivo que pudieran hacer público y eso es lo que hicieron”.