NUEVA YORK.- La abuelita América Hernández tiene muchas razones para estar agradecida este Día de Acción de Gracias. Además de sus 22 nietos y...

NUEVA YORK.- La abuelita América Hernández tiene muchas razones para estar agradecida este Día de Acción de Gracias. Además de sus 22 nietos y de tener buena salud, a sus 99 años ha logrado una de sus metas: convertirse con ciudadana estadounidense.

America Hernandez de Martinez, de 99 años, de Colombia, jura con el oficial de inmigracion Jason Estevez en su casa de Queens. America con sus hijas, Hortensia y Ana y nieta Monica Martinez. Foto Credito: Mariela Lombard / El Diario NY

La inmigrante que nació el 11 de octubre de 1917 en Córdoba, Colombia, y quien lleva 28 años viviendo en la Gran Manzana, juramentó este miércoles como ciudadana de Estados Unidos en una ceremonia muy especial, debido a que las mismas autoridades de Inmigración acudieron a su propia residencia en Queens.

Antes de mudarse a la ciudad de Nueva York, Hernández vivió gran parte de su vida en Barranquilla donde crió a sus 12 hijos. De ellos, la primera en venirse a Estados Unidos fue Hortensia Martínez, quien hoy tienen 70 años y estuvo presente en la juramentación de su mamá.

“Cuando mi papá murió ella me dijo, ‘ay, sí yo me voy’, y se vino con mis dos hermanas”, contó Martínez, al recordar que en la década de los 80 le había insistido varias veces a su madre que se mudara a este país.

No fue sino hasta que tenía 71 años cuando Hernández llegó a la Gran Manzana con una Green Card, y ya estando aquí ayudó a criar a varios de sus nietos, incluyendo a Mónica Martínez, de 48 años,  hija de Hortensia y dueña de la casa en Queens donde vive la abuela.

Este miércoles, América se vistió de negro con una chaqueta de un patrón rosado y lentejuelas brillantes. Y aunque era una ocasión especial porque juraría ante la bandera de Estados Unidos, sus hijas Ana y Hortensia dijeron que la abuela suele vestir muy bien. “Siempre le gusta estar arregladita”, describió Hortensia.

La colombiana va todos los lunes a un centro de ancianos donde hace ejercicios, almuerza, trabaja en manualidades, y juega bingo. “Cuando el día está bueno salimos a caminar”, dijo Hernández. La anciana es muy devota al divino Niño Jesús, imagen que lleva en una cadena, además de la Virgen María y el Santo Domingo.

 Sus familiares describen a la matriarca como cariñosa y tranquila. Su nieta Mónica atribuye su calma a su larga edad. “Cuando eres tranquilo y no te estresas, vives feliz”, dijo.

Pero por los pasados años, el no tener la ciudadanía se había convertido en una razón de angustia para América. “No voy a Colombia hace tres años”, dijo la abuela. Las últimas veces que viajaba fuera del país, los agentes de Inmigración le decían que tenía que actualizar la foto de su Green Card.

Hace 6 años solicitó para la ciudadanía pero no pudo hacerlo por problemas para sacar el tiempo y prepararse para tomar el examen en español. Este año, volvió a tratar con la ayuda de una nieta y así alcanzó su sueño. Después que se juramentó, le regalaron una bandera de Estados Unidos, la que América observó repitiendo: “Cada estrella es un estado, hay 50 estados”.

“Estoy muy contenta porque ella lo quería de hace mucho tiempo”, dijo su nieta Mónica, quien es ciudadana.

Es la segunda vez este año que Jason Estévez, el oficial de Inmigración que juramentó a la colombiana, convierte en ciudadano a un inmigrante anciano. En junio celebró la ceremonia de naturalización para un señor de 100 años originario de Barbados. “Esto no se ve mucho, sólo como una vez al año o quizás dos”, dijo el oficial de la oficina de Inmigración en Queens.

Ricardo Rosa

Periodista, labor que realizo desde 1970. He laborado en diferentes medios noticiosos (radio, televisión, periódicos impresos y digitales) tanto de Santiago como de Santo Domingo.

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